Continuamos con la tercer y última parte de este recorrido por la historia breve del DJ.
El Disc Jockey pasó de ser un
solo animador de fiesta a convertirse en un artista de la manipulación y mezcla de sonidos y
ritmos musicales para crear un sonido único capaz de identificar a un personaje
o a un local creando nuevos géneros musicales.
Tras su
evolución, ha ganado un lugar dentro
de la cultura popular, a partir de un personaje escondido en la soledad de
una cabina radiofónica a estar al frente de millones de personas y ser el amo
de sus sentimientos.
Este proceso llego a sus punto
máximo durante la última década del siglo pasado donde los diferentes géneros musicales basados en
la manipulación electrónica y digital del sonido, crearon una nueva cultura de divertimento
musical, donde el anonimato del encargado de la música en la
fiesta se convirtió en la razón por la cual acudías a ella.
Un paso al frente. Años 90's
En los años noventa, el DJ dejó de
ser un personaje que jugaba con los temas de otros artistas para convertirse en
el productor musical.
Esto basado en los avances tecnológicos que le permitieron no depender
de la habilidad de una banda o de
músicos para crear sus propias pistas musicales, basadas en el sampleo, loops y
sintetizadores y muchos mas aparatos capaces de manipular el sonido.
Otra razón para menospreciar su trabajo por parte de la
comunidad de músicos, fue que a partir de un conocimiento más técnico que musical, podía generar melodías simples y además no dependía del trabajo de toda una
banda para poder construir sus bases rítmicas o melódicas, el trabajo de muchos
músicos lo podía hacer uno solo.
El DJ pasó de ser solo un mago de
técnicas como el breakbeat, scratch, backspin basados en la manipulación de los discos a
concentrarse en el uso de computadoras para crear sus propios temas que serían usados en su próxima sesión en la
discoteca.
Otra de las cosas que ayudo a crear esta comunión entre el público y el
DJ fue la capacidad de distribución de la sesión musical del disc jockey de manera casi inmediata. Grabado en un cassete, podías preservar el momento.
No es solo
que pudieras tener los mejores temas de los diferentes grupos en una sesión, lo
que generaba el verdadero valor de esa cinta grabada era la forma en la que el
dj mezclaba los temas, no era una canción de estudio, comprabas la
experiencia de una fiesta.
A medida que los nuevos géneros
musicales fueron creciendo, las industrias culturales alrededor de ellas
también, eso a nivel comercial crearía un mercado nuevo en los que la estrella
seria el DJ.
El DJ se convertiría en la nueva rockstar, en la nueva figura a seguir
en el escenario, crecieron los
festivales y las grandes fiestas donde se podía escuchar a los mejores
representantes de los diferentes géneros musicales.
Por otra parte, los músicos ven la
inclusión de los dj´s a manera de experimento, fusionando con ritmos y sonidos que ya existían.
En un principio ,un
tema que seleccionaba un dj para programarlo en la radio daría popularidad a un
artista ahora que ese tema sea seleccionado para ser remezclado es sinónimo de
éxito.
En estos días no podemos entender
la industria musical sin este personaje y aunque todavía hay quien no lo
considera como un artista. También hay quienes los han incluido como parte
fundamental en su proceso creativo.
Como se escribió al principio de este artículo no podemos rechazar ninguna expresión sonora,
y mucho menos basados en el desconocimiento e ignorancia de los procesos y
evoluciones de la misma.
Entrar en un debate inerte entre si la música electrónica y los dj´s
carecen de creatividad o cultura musical es juzgarlos desde un punto tan lejano
como ciego.
Simplemente el respeto al trabajo,
con este artículo que en realidad dista de ser un tratado profundo del sobre este personaje espera servir de
introducción y motivación para conocer lo que realmente hay detrás del disc
jockey.
Raúl Beltrán produce en Ad Libitum Estudio
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