jueves, 9 de octubre de 2014

Mercado de Singles: La industria vuelve a sus orígenes...


El mercado de distribución actual tiene muchas variantes y como ya hemos mencionado en post anteriores, la tecnología se ajusta a los requerimientos del consumidor. Lanzar un LP en los años 50 simbolizaba la facultad de un artista y su equipo de trabajo para consolidar una carrera de forma permanente.

¿Tienen todos los artistas esa posibilidad?

Números que hablan...

El último reporte de Soundscan, arroja nuevas expectativas para los formatos digitales en la siguiente generación.

Al términar el segundo trimestre del año, las ventas de álbumes en Estados Unidos cayó de 235 millones a 227 millones. Para darnos una idea del inicio de esta tendencia desde el año 2000 que era de 785 millones. 

Estos números reflejan sobre todo el mercado que está vinculado a las grandes disqueras y cadenas de distribuciòn en los Estados Unidos, pero no mide la actividad referente a los músicos y proyectos que están haciendo su material por cuenta propia.

La tendencia es clara, de que el formato de álbum, inclusive álbumes digitales completos, están perdiendo terreno ante los servicios de streaming. iTunes causó un gran revuelo al  regalar el disco de U2 como estrategia para rescatar un poco el concepto de descarga ante la caída de un 6% de ventas en línea.

En pocas palabras, el álbum como forma de venta está desestimado por los consumidores, ¿porqué?.

El disco físico y su mercado

En tiempos iniciales de la industria, sólo aquellos privilegiados comercialmente podían darse el lujo de grabar un LP (Long Play). El estándar de la industria era demostrar que el artista podía vender un single (2 temas) de forma contínua. Sacaban otro single y si se vendía, entonces se iba haciendo candidato para realizar un LP.

Algunos pensaron el LP como una obra contínua, tal es el caso de Sgt. Pepper de The Beatles, a fin de crear un disco conceptual.Llenar dos lados de música con una duración aproximada de entre 20 y 25 minutos era todo un reto técnico, creativo y económico.

En un LP, el número de temas posibles era entre 8 a 12 de duración contínua entre 2:50 y 3:30 minutos por canción. Se consideraba un tiempo recomendable para escuchar todos los temas, porque la gente pensó que ir más allá representaba una pérdida de tiempo.

Las rockolas son prueba tangible de las preferencias de un mercado creciente en los años 50`s, porque hacían el trabajo necesario de poner sólo aquellos temas preferidos por una cuota mínima. Los singles han gobernado casi siempre la escena musical

Los LP eran considerados por el consumidor como un objeto valioso, un presente de alto costo por su naturaleza. Representaba un reconocimiento al artista por sus anteriores trabajos y concretaba una identidad entre la música y su fanático.

En los 80's era común obsequiar cintas compiladas de varios artistas como forma de interacción entre las personas. El single seguía presente.


El CD sin límites

Con la llegada del CD, 74 minutos de contenido se volvían accesibles instantáneamente, rebasando el promedio de 50 minutos de un LP. Esto ayudó inicialmente a vender el CD. El proceso acelerado de la industria no solamente convirtió al CD en su método de distribución más rápido, sino que lo agotó porque producir en un sistema digital era más económico y los contenidos fueron menos cuidados que con la contraparte análoga.

Las políticas DIY (Do It Yourself) de las nuevas generaciones, disminuyeron el potencial del formato porque sintieron que romper esquemas también implicaba romper estándares.

Las descargas digitales, han permitido reducir las obras creativas a sòlo 3 o 5 tracks generando lo que se considera en nuestros días como un EP, el punto intermedio entre single y LP.

El acceso a sólo algunos de los track ha generado una demanda más especializada para el artista. Los números de Soundscan reflejan una realidad. El consumidor no comprará más un álbum completo a menos que se identifique con todas las canciones, lo que ocurre menos cada vez, porque la oferta de material grabado es inmensa. Spotify es un server de playlist... ¿coincidencia que sean solo singles?

Conclusión

Grabar un álbum completo se está convirtiendo en un hecho de obsolecencia para un gran sector que produce material por sus propios medios. Sólo aquellos proyectos que se integren como un solo concepto, podrán subsistir a este nuevo esquema de consumo, derivado de las descargas y los servicios de streaming.

Los artistas del futuro tienen dos opciones reales. O mejoran completamente sus contenidos, o se resignan a ser artistas de singles. Ninguna de estas opciones es peor que la otra, pero aquellos que demuestren verdaderas capacidades de identidad con su mercado, serán los que sobrevivan esta nueva tendencia.

Por un lado, la industria vuelve a sus orígenes y se reacomoda en los conceptos tradicionales. Sólo aquellos capaces de vender varios singles simultáneamente, tendrán la posibilidad de crear álbumes completos.

El EP seguirá siendo un estándar de promoción generalizado, pero por otro lado, también podría condenar a un concepto a fracasar, simplemente porque centrar esfuerzos en 5 temas es menos rentable que hacerlo en uno solo.

Quien comprenda que vivimos un mundo dominado por el single, será capaz se subsistir lo suficiente para crear una obra maestra en algún formato de larga duración como el vinil o CD.

Rafael Mendoza escribe sobre audio producción para Ad Libitum
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