Uno de los retos de cualquier ingeniero de
sonido o técnico es crear el sonido perfecto en cualquier mezcla, este proceso
se encargara de filtrar la información sonora y modificarla de manera que se
obtenga el timbre deseado.
Muchas veces luchamos con el concepto de
que el tema necesita un sonido más limpio, sin embargo, como la mayoría de los
adjetivos calificativos usados para describir
como queremos que se escuche el proyecto son muy subjetivos y difíciles
de definirlos.
La búsqueda de un sonido limpio es cuestión de
disciplina.
En ese caso me referiré al sonido limpio
como un proceso completo en el cual, la disciplina y una estructura bien
definida del proyecto, nos ayudará a
tener la menor cantidad de errores y
problemas a la hora de la mezcla.
Antes que nada, reconozcamos que la limpieza
de nuestro sonido tiene mucho que ver con la limpieza profesional y personal
del espacio de trabajo. Como todos sabemos, el polvo es uno
de los principales enemigos de los aparatos electrónicos.
La limpieza en nuestros espacios de trabajo
es importante, tanto para trabajar con comodidad como para hacer sentir a nuestros
clientes, parece algo muy simple pero he llegado a ver estudios con una
cantidad de polvo en sus equipos que parecieran
haber estado bajo las arenas del Sahara.
El mantenimiento preventivo, la limpieza de
nuestro espacio y equipos será fundamental para que nuestro sonido sea limpio. La revisión de los cables, cajas
directas, baypatch, procesadores de señal.
También ordenar y documentar el proceso de grabación, nombrar las pistas, guardar tus presets, dejar las notas que te den
información sobre quienes trabajaron en el proceso,
ingeniero de grabación, editor, ingeniero de mezcla, mastering etc.
Tratar
con clientes.
Uno de los problemas fundamentales en la
búsqueda del sonido limpio es tratar con diferentes egos en el estudio.
Podremos encontrar en una gran mayoría
personas capaces de entender de que tu objetivo,
es el mismo de la banda o solista, pero también encontraremos personajes que te significaran problemas.
Primero hay que tratar de que la relación entre
cliente-ingeniero sea lo más abierta y con la confianza necesaria entre las
dos.
Si desde el principio se habla de las
funciones y responsabilidades de cada uno nos evitara cualquier problema durante el desarrollo del proyecto.
Una parte esencial de este proceso entre músicos e ingenieros el cuidado y limpieza de sus instrumentos; pedaleras, pastillas y cables, son
siempre el pan de cada día para
pelearnos con ruidos parásitos.
En ocasiones
los mismos chavos desconocen el
mantenimiento necesario de su equipos.
Desde enseñar, dar indicaciones o
inclusive cambiar el instrumento que nosotros sabemos tiene mejores condiciones
para trabajar.
La afinación sobre todo en las baterías es
un tema difícil, sabemos la cantidad de armónicos que pueden generar los parches,
una mala afinación nos ensuciara el sonido de todo el instrumento,
Cada uno de nosotros tenemos escuelas o técnicas de grabación y micrófono preferidas, nosotros somos los que con nuestra
experiencia podemos hablar con los bateristas para poder sacar el sonido que tanto él, como nosotros, buscamos de acuerdo al género o tema de
la canción.
A lo
que me refiero con este punto es que necesitamos tener una relación clara y
limpia entre clientes e ingenieros, saber que buscan tener un producto de
calidad.
El mejoramiento continuo y asesoramiento.
Debemos de tomar en cuenta que nosotros no somos dueños de la
verdad por mucha experiencia y horas de
grabación o mezcla tenga nuestro currículo
siempre habrá nuevas técnicas, nuevo software e inclusive cada proyecto es diferente.
El mejoramiento continuo, la constante capacitación, pero sobre todo, el
intercambio de información entre los diferentes ingenieros, nos ayudara a tener
más trucos o simplemente a encontrar la
manera de tener el sonido que necesite nuestros proyectos.
Conclusión
La limpieza y calidad proviene no sólo de los equipos usados en el proceso, sino de la disciplina que el músico e ingeniero tengan con sus herramientas, técnicas y conocimientos.
Un músico sin técnica fallará enormemente al momento de ofrecer un sonido digno de procesar, como un ingeniero puede fallar técnicamente al querer aplicar un proceso erróneo a una buena técnica guitarrística.
Limpiar físicamente va ligado a la técnica y viceversa. Esto lleva a terminar un proyecto de manera cordial y con sonidos tan buenos que proveerán un sonido limpio, que podrá ser ligeramente retocado en masterización, casi listo para su venta.
Raúl Beltrán produce limpiamente en Ad Libitum Estudio
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