Ayer presentaron el cartel del Festival masivo "Vive Latino 2014".
Las redes sociales se llenaron de comentarios sobre la "elección" de las bandas y los "ausentes".
Comprender la dinámica del Vive Latino es compleja porque se basa en la elección clásica del mexicano.
Al mexicano le encanta dificultarse la elección de las cosas, porque siente que es más intelectual elegir entre cincuenta opciones.
Considera que conocer de memoria las alineaciones de cada equipo futbolero, de cada banda son prueba contundente de su inteligencia.
La razón principal por la que el Vive Latino "hace siempre de las suyas", es porque la ignorancia cultural del mexicano, independientemente de su clase social, está establecida por un mercado mediático y la ausencia de una identidad cultural, que se encuentra en crisis por la transculturización del país.
La realidad "Latinoamericana" del Vive Latino
Si bien es cierto que Vive Latino ha ganado popularidad, todavía se encuentra a años luz de otro tipo de festivales sudamericanos como el Quilmes Rock o el Rock in Rio.
Sé que dirán que son conceptos diferentes y públicos diferentes. Sin embargo, estos festivales tienen algo que el Vive Latino no... son homogéneos.
El Quilmes Rock, Rock in Rio, Lolapalloza, Wicked Open Air, Rock Am Ring, manejan conceptos concretos. Montreal Jazz Festival da oportunidad a algunas bandas para abrir su espacio, pero finalmente su concepto es totalmente Jazz.
Si haces un concierto de Rock, asegúrate de hacer un concierto de rock, y venderlo como tal. Está comprobado científicamente que el cerebro humano es incapaz de disociar múltiples elecciones para racionalizar un deseo específico.
El cerebro nos engaña...
Supongamos que tenemos 2 locales de tacos, uno que vende tacos de bistec y carnitas. A su lado, existe otro puesto que ofrece 14 variedades de tacos diferentes... Atractivamente nos llama la variedad del segundo puesto. Sin embargo, nuestra elección se centra específicamente en 2 circunstancias... ¿carne de puerco o carne de res?....
Es la primer pregunta que se hace un cerebro ordenado por el apetito del estómago.
No se pregunta si debe comer o no tomate rojo, si debe hacer caso a las insistencias del doctor. Simplemente elige en proporción a la decisión más sencilla.
El Vive Latino falla en este sentido, porque si bien hay mucho de donde elegir, la realidad es que quien elige asistir a sus conciertos, tiene que pre-programar su itinerario para conseguir asistir a las bandas que desea ver. Disfrazar las elecciones como programación multicultural, es un gancho eficaz de la misma manera que suena "12 variedades de tacos", aunque siempre acabarás eligiendo carne de res o cerdo.
Conclusión
Puede parecer una ganga pagar boleto único para ver a todas las bandas presentes en un día, sin embargo, Vive Latino recupera su cuota no a través de los músicos, sino de la venta de franquicias, espacios comerciales de comida rápida, cerveza y refrescos.
Por ello, si la audiencia tiene voto o no sobre la decisión de las bandas asistentes, el organizador mantiene la sartén por el mango. La gente asistirá al Vive Latino, le guste o no, esté de acuerdo o no con los precios y las bandas elegidas. Y estará expectante de quien saldrá cada año.
El juego no lo hacen ellos... el cerebro del espectador es quien otorga la magia...
Rafael Mendoza produce en Ad Libitum Estudio
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