La cancelación del Hell & Heaven Metal Fest hizo brotar muchas teorías y causó gran pánico en las redes sociales desde un principio.
Los festivales en México han avanzado mucho desde los años 90 cuando inicia la serie de conciertos masivos.
Aunque el Festival ya se había realizado en Guadalajara, cambiar de sede de buenas a primeras puede asustar a mucha gente.
Seguí con fervor los acontecimientos de ayer porque desde un principio consideré que el criterio se centrara en la preocupación real sobre el problema de fondo. Todo acabó en una cancelación que dejó no solo malestar entre los posibles asistentes, sino una imagen poco profesional de la situación, tanto para los gobiernos involucrados como para los organizadores.
Habitantes y costumbres
El aviso por parte del Ayuntamiento de Texcoco en octubre del año pasado, pasó por alto los múltiples reclamos de los habitantes ante este tipo de eventos. No ocurre solamente con un festival metalero, muchos se han inconformado por la Feria del Caballo y eventos adicionales que tradicionalmente se realizan en la zona.
Los habitantes son parte fundamental en la designación de una sede, porque no puedes coptar sus derechos y garantías individuales para realizar un evento de este tipo. Para ello están asignados lugares específicos del espectáculo. Los bailes y fiestas tradicionales rompen con este esquema porque no es lo mismo atender las necesidades de un "santo patrono" que de un evento de rock masivo. Este ya es un problema para resolver lo del Hell&Heaven.
Organización desorganizada
El festival a mi parecer se fue armando sobre la marcha. No se tenían "Headliners" hasta Noviembre de 2013. En diciembre se confirmaron a Kiss y Guns N' Roses. Tal vez a modo de estrategia publicitaria decidieron reservarlos, sin embargo, si emites una resolución para un evento masivo y destapas a los principales al final sin avisar a las autoridades, es seguro que tendrás un problema.
La infraestructura necesaria en cuanto a planeación y equipo puede estar bien cubierta, pero no puedes dejar que algo tan básico como la ubicación de extintores y salidas de emergencia se puedan prever hasta el final.
En Youtube se pueden encontrar videos sobre tragedias donde ni siquiera la gente interviene en la caída de un andamiaje o escenario. Siempre debes planear bajo el criterio extremo de lo que pueda pasar. No puedes dejar espacio para la falla más grave.
El manejo de la información por parte de los organizadores se sumó al caos, sobre todo porque buscó apoyo en redes sociales para detener la cancelación. Nunca hubo siquiera un boletín que mencionara un posible plan B, una carta de intención. Desafortunadamente se sumaron al juego de la protesta y eso los dañó severamente para recuperar una oportunidad de negociación.
La policía de Texcoco y las fuerzas de protección civil municipales evaluaron y entregaron las autorizaciones locales, pero nunca se otorgó la estatal y federal. Obvio que si no te preocupas por garantizar primero esos permisos, no puedes esperar que todo salga bien. Antes de avisar siquiera que harás un Festival de esta magnitud, debes contar con los permisos.
En estos momentos emitieron su aceptación de incapacidad para cubrir el evento.
Protección política o respaldo federal
En la línea directa de mando y acorde a la Constitución Política del Estado de México, el Ayuntamiento de Texcoco debe responder directamente al Gobierno del Estado y en línea directa a la Secretaría de Gobernación.
Nos guste o no a quienes esperábamos la resolución, estas reglas están hechas desde hace mucho y fueron aplicadas correctamente.
El exceso que hizo tambalear la imagen pública y política de este asunto es el comunicado emitido por la Secretaría de Gobernación.
Claramente se percibe un respaldo político a la situación. Si sólo tuviéramos la cancelación por parte del Gobernador, tal vez se hubiera quedado en una acción responsable.
Si solamente la Secretaría de Gobernación hubiera emitido como máxima autoridad, Eruviel se hubiera mostrado como un Gobernador tolerante pero responsable con su línea de mando. Sea como fuere, publicarlo de esta manera, sirvió para prender la mecha de la polémica ante este asunto.
Conclusión
De origen metalero, me hubiera gustado mucho asistir al Festival y mirar a grandes bandas en estos escenarios, pero la forma en que se fue presentando la organización me dejó algunas dudas sobre el cuidado y protección de los asistentes.
Dudo mucho que hubieran asistido solamente 80 a 100 mil personas. En realidad calculo que el flujo mínimo serían unas 130 a 150 mil personas que de último momento pueden arrancar la tarjeta de crédito del papá, vecino, amigo y cuñado por comprar uno o dos boletos para asistir.
Nunca hubo una política de venta límite para la asistencia y agregar deportes como peleas al estilo UFC, considero que estaba totalmente fuera de contexto.
El Festival denotaba fallas en un principio, la política y la música metal no se llevan muy bien. Nadie preguntó a los habitantes que opinaban al respecto y se dejaron como siempre al final. Se les aisló y de origen este es el primer punto clave para entender si podemos realizar eventos de esta magnitud en cualquier municipio.
Hell&Heaven notifica al cierre de esta escritura que buscará realizarlo en otro estado o municipio...
Pero acomodar en sólo 8 días lo que no se pudo conseguir en Texcoco lo veo difícil. Y dudo mucho que algún Gobernador quiera saltarse a Secretaría de Gobernación para retarlo...
Si se trató de una decisión económica y política solo el tiempo lo descubrirá... pero no eran los únicos elementos en la bolsa....
Rafael Mendoza produce rock de vez en cuando en Ad Libitum
y quería asistir como metalero al Hell&Heaven Metal Fest
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