Radio digital: ¿Estamos preparados?
¿Son digitales las radios actuales?
El empoderamiento de la radio en México, es la causa principal de la búsqueda de cambiar a la radio digital de forma acelerada.
Aunque la radio como la conocemos actualmente, desarrolla algún uso de las herramientas digitales, no significa que tengan una transmisión de este tipo.
La mayoría de las empresas radiofónicas, utilizan el apellido "digital" a todo lo que hacen, aprovechándose de la idea generalizada de que todo lo que suene a tecnología digital es mejor.
La transmisión de este tipo de tecnología no se ha implementado afortunadamente, sin embargo, el argumento de la industria raya en lo absurdo.
Las "necesidades" de las empresas radiofónicas
El gremio radiofónico (monopolios), escudados socialmente tras los sindicatos (SITATYR), han utilizado el argumento de que cambiar a la radio digital les permitiría obtener mayores beneficios y con ellos aportar a la creación de nuevos empleos y oportunidades.
La realidad es que la mayoría de estas estaciones está trabajando con elementos suficientes, pagando sueldos de miseria a pesar de obtener jugosas ganancias con la explotación de equipo obsoleto.
Los dueños de estos monopolios, viven de la publicidad y venta de audiencias a los clientes que lo necesitan, NUNCA A SU PROGRAMACIÓN Y CONTENIDO.
El negocio radiofónico
La radio dejó de ser un negocio cuando empresas como Acir, Radio Fórmula, MVS y Televisa, se comieron bajo el argumento del atraso tecnológico a estas empresas familiares de tradición.
Como toda industria, se etiquetó a la radio tradicional como obsoleta y aburrida, pasando a ser un mero escaparate publicitario con contenidos de quinta.
Aberraciones radiofónicas como Maxine Woodside, Facundo, El Panda, La Comadreja y cuanto animal se presenta en los micrófonos, son el resultado de una supuesta "nueva identidad" y forma de hacer radio más divertida.
La radio pierde su alma
La radio nace como un medio social, en muchas comunidades rurales es la única forma de mantener contacto con los habitantes. Promueven la ayuda y soporte social, preservación de la cultura y planteamiento de problemas de educación. En otros lados, es la única manera de mantener informados a las comunidades de habla étnica. Una labor que cualquiera de las personas que trabajan en los monopolios es incapaz de desarrollar por depender de Google.
Conclusiones.
Cambiar los transmisores a formatos digitales no ofrece ninguna posibilidad de mejorar los contenidos de la radio actual. Ayudar a la transición digital por parte del Estado, equivale a que todos los mexicanos paguemos la actualización de equipos obsoletos por consolas digitales, editores de disco duro que irán a parar a manos de empresarios en la mayoría deshonestos con sus empleados.
Tampoco abre la posibilidad de ofrecer más empleo, puesto que el empresario puede hacer más en menos tiempo con herramientas de última tecnología. Si antes se contrataban 10 operarios, ahora sólo se tienen 3 por estación y con una actualización seguramente ocuparán máximo 1.
No estamos en condiciones de solventar este cambio analógico, mucho menos estamos preparados para participar de una nueva radio propositiva, de contenidos sólidos y sobre todo, que pueda colaborar al resurgimiento y sanación de esta sociedad tan descompuesta.
Gracias por leernos... nos vemos mañana
Rafael Mendoza Hernández
Productor de Ad Libitum Estudio
blog@adlibitumestudio.com
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