lunes, 15 de abril de 2013

Eutanasia musical... una fórmula que muchos deberían probar...







Es imposible seguir más allá... las ideas se agotaron... se acabaron los buenos momentos... y es tiempo de disolver a la banda... eliminar el camino recorrido... salvar la amistad y continuar con la escuela...

En estos tiempos es común ver suicidios musicales como si de divorcios se tratara. Pequeñas eutanasias que darán vida a otras familias musicales disfuncionales.

Un suicidio musical, es bien visto por la comunidad adulta, sobre todo cuando el jovencito en cuestión tiene ya sus 40 años encima y pareciera que por fin habrá de sentar cabeza...

Similar a lo que ocurre con un suicida tradicional, es el límite de lo que desde un principio no estuvo nada bien.

Cuando iniciamos una banda, la excitación de ser reconocido por la comunidad como una propuesta seria, nos hace tomar decisiones bastante lejanas de una muerte digna.

El mito de que las bandas grandes se disuelven en medio de una mística única, a través de un pacto musical que durará por siempre es un hecho que perdura y daña no sólo al músico sino a la industria incipiente en muchos países, especialmente México.

Pero más allá de sólo repartir dolor personal, un suicidio musical trae consigo una pérdida económica que beneficia mucho más a los productores de equipo e instrumentos musicales que a la historia misma.

Muchas bandas, grupos y orquestas, se terminan por fallas de tipo organizacional más que musical.

Como en un divorcio, las partes quedan afectadas económica, emocional y musicalmente. El rompimiento es inevitable si no hay un intermediario que pueda equilibrar y poner en servicio musical al grupo en cuestión.

El manager es colaborador de esta crisis, sobre todo cuando para resolverlo, aplica la teoría de que el show debe continuar porque hay fechas que cumplir.

Sobreviene entonces un sentimiento de hacer que el proceso deje de ser doloroso simplemente para dejar que llegue el final en cuanto haya una pausa de descanso entre fechas.

Pero el suicidio musical, no llega solo de esta forma... también existe cuando un concepto al que le está funcionando todo simultáneamente, se ve rebasado por su capacidad de atención... esta forma de suicidio es un círculo vicioso del cual el artista no puede salir tan facilmente. Cae constantemente ante la presión de mejorar, se tropieza con sus decisiones y vuelve a caer.

Cuando se lanza un proyecto deben tomarse en cuenta muchas realidades, para que, similarmente a un casamiento, se sepa que esperar de los miembros de la banda.

Habrá que ver el compromiso real de los integrantes para proveer no sólo las necesidades de este nuevo hogar, sino el crecimiento a corto, mediano y largo plazo.

¿CÓMO EVITAR UN SUICIDIO MUSICAL?





La gran respuesta es que a veces es lo más sano para poder continuar en el crecimiento musical. Los tiempos han cambiado y mantenerse en una línea única puede dañar severamente el desarrollo musical, sobre todo en aquellas bandas donde lo único que los mantiene unidos es la amistad y no el capital musical que desde el inicio no pudieron materializar...

Sin embargo, un suicidio musical tambièn puede ser un beneficio. Cuando los recursos se han agotado, es tiempo de hacer una eutanasia musical.
Los caminos agotados por una creencia musical en particular, se convierten en senderos de piedras al rojo vivo que provocan ampollas dolorosas. El arte puede morir y funcionar al mismo tiempo como un bálsamo que prevenga un dolor mayor. Al hacer una eutanasia musical, se pueden recuperar lo positivo de una banda entregada a mejorar. Es un respiro que permite replantearse a todas las partes si desean continuar o no por múltiples razones. Aquellos que estén dispuestos a continuar, obtendrán como beneficio una nueva oportunidad de iniciar un camino más cercano a lo profesional. Es importante que se acerquen a profesionales para detectar cuales fueron los problemas que motivaron a decidir por la eutanasia como opción. Una vez detectados, el nuevo comienzo permitirá a todas las partes involucradas trabajar en etapas comunes por periodos contínuos... a veces se tiene más miedo a perder un nombre... se puede pensar que con una trayectoria de 3 o 5 años no deberìa perderse la esencia... pero un cambio de nombre puede ayudar a mostrar el crecimiento real de un grupo tanto individual como grupalmente.

Se podrá estar a favor o en contra de estos conceptos.. sin embargo hay que recordar que una eutanasia no se aplica a todos los casos médicos... hay que saber cuando y cómo... Antes de cometer suicidio musical, analiza todos los puntos aquí descritos... si crees que necesitas realizarlo, busca ayuda profesional para hacerlo adecuadamente. Si decidiste practicar una eutanasia musical, ¡felicidades!... acabas de encontrar, que el arte no muere con un concepto... sino con una mala planeación.....



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