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martes, 17 de enero de 2017

¿Qué son los Supervisores Musicales?...

Las regalías por sincronía, se refieren a los recursos generados al utilizar una pieza u obra musical previamente producida y registrada en el cine, video y otros proyectos audiovisuales.También ocurre en campos como la publicidad, los videojuegos y performances que necesitan el soporte sonoro, muchas veces inspirando nuevos productos.

Existen una gran cantidad de músicos que se dedican a colocar sus composiciones en álbumes, producciones discográficas y pocos consideran a los mercados audiovisuales como una alternativa real.
Múltiples proyectos desconocen el potencial real de su proyecto y desperdician muchas oportunidades, recursos, tiempo y esfuerzo por impulsar su material en el canal menos adecuado.

Aquí es donde entra el Supervisor Musical, una figura profesional poco implementada en México y confundida muchas veces como parte del trabajo de un Manager o Agencias de Artistas.

¿Qué hace el Supervisor Musical?

Hay que pensar en el Supervisor Musical como un aliado del Productor y Director del producto audiovisual. Aunque sus funciones sirven como enlace entre el músico y el proyecto visual, en realidad ayuda a satisfacer la necesidad musical del Director.

Para ello, toma de referencia los presupuestos, derechos posibles en la música, calidad de la producción, inclusive la posibilidad de colaboración por parte del artista musical en la continuidad musical de todo el proyecto.

Normalmente buscan temas muy específicos que construyen el desarrollo argumental que colabora al impacto final que la historia audiovisual tiene.

No solamente entra en juego el proceso musical, sino las letras pueden ser muy específicas. ¿Te ha pasado que escuchas una canción que podrías fácilmente sobre poner al clip de una película y sentir que estás contando mejor lo que ocurre o que podría convertirse en un videoclip completo?. Es la sensación que un director busca y el Supervisor Musical le ayuda a encontrarlo.

La importancia del Supervisor Musical

Existen varias formas de integrar música de sincronía a un proyecto audiovisual. Algunos pueden ser verdaderos retos en cuanto a la consideración de los temas y su uso dentro del proyecto. 

No voy a profundizar en ello porque eso requiere varios post adicionales para explicar adecuadamente cada uno de ellos, pero podemos tomar de referencia que se pueden realizar sincronía por componentes de Diégesis y Sin Diégesis (música que pertenece al entorno o que funciona en partes específicas, posicionamiento y background (cuando domina el entorno audiovisual o cuando se mantiene como soporte de una escena o momento), lo que deriva en una interpretación legal, artística y funcional que sirve de base para la generación y negociación de regalías.

El Supervisor Musical debe navegar entre una variedad de géneros, arreglos y elementos musicales diversos que permitan ofrecer un catálogo de alternativas para el Director o Productor, conocer la función del tema dentro del proyecto y delimitar las condiciones en que se puede acceder al material de sincronía.

Conclusión

El Supervisor Musical tiene una figura bien delimitada y poco respetada como especialidad en algunos países. En México, normalmente ingresar musicalmente a una película, tiene que ver más como una forma de marketing musical o colaboración creativa que potencia al producto final para una colocación más firme, ante una clara desventaja en las preferencias de consumo audiovisual por parte de las audiencias.

Por supuesto que lo ideal sería que la mayoría de los éxitos audiovisuales se eligieran por match creativo que por match de mercado, pero algo importante en muchos países como México, es que las productoras independientes han aprovechado mejor las oportunidades creativas que ofrece utilizar música previamente grabada. El reto en ese sector, es realizar una negociación más profesional en función de los Derechos de Autor y claridad en el pago de regalías.

Los beneficios que el Supervisor Musical ofrece al mercado de la música y los proyectos audiovisuales se interpretan como la realización tangible de una sinergia increíblemente poderosa en tiempos complicados de la comercialización digital.

Rafa Mendoza es Director Creativo en Ad Libitum
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martes, 10 de enero de 2017

Artistas de un solo éxito:¿Son competencia?



Mucho se ha hablado sobre la forma en que las Majors lanzan constantemente artistas sin propuesta, en serie y producidos bajo ciertos criterios que resultan cuestionables desde el punto artístico.

Pero lamento decir que no es una práctica común en las Majors... Las disqueras independientes también replican constantemente estos recursos de explotación comercial.

Una de las quejas más comunes en nuestras sesiones de coaching se relaciona precisamente con la necesidad de saber sortear y comprender estos elementos del mercado musical y la percepción de que se están minando oportunidades.

Lo que debes saber...

Los artistas de un sólo éxito dieron inicio al Mercado fonográfico. En aquellos días, las disqueras buscaban incrementar sus catálogos sin discriminar el potencial de cada material grabado. preferían generar discos de 78 y 80 rpm en varios volúmenes que hacer un LP, porque era más rentable a corto plazo.

El concepto del LP se estableció en los años 50's, utilizando el formato como recopilaciones y no tanto como álbumes conceptuales. Es hasta inicios de los años 60's que generar un LP conceptual era permitido a los artistas que demostraban ser rentables a modo de premio y respeto por parte de la disquera.

Con la llegada de los primeros discos conceptuales, la costumbre de integrar 15 temas o más en uno o varios LP se hizo común. El mercado de los Singles se ha limitado desde entonces a probar productos musicales y el tamaño de su Mercado.

En los 80's, inicia la costumbre de probar varios conceptos en los discos compilatorios de las disqueras independientes. Esta estrategia es la que ayudó a géneros urbanos como el rap, R&B, hip hop e industrial a posicionarse y tomar parte del Mercado.

El MP3 trae consigo un repunte de los sencillos y artistas de un sólo éxito, pues aunque las radiodifusoras tocaban a los artistas, pocas veces había oportunidad para escuchar el disco completo durante una emisión.

¿Afectan al Mercado?

En realidad los artistas de un sólo éxito funcionan para las disqueras ante la constante necesidad de productos nuevos para ciertos mercados. El público masivo requiere constantemente productos nuevos, sin que ello signifique que requiera calidad. Podemos decir que los artistas de un solo éxito son productos de estallido masivo, replicables y poco expandíbles.

Comercialmente, cumplen con la premisa de algo fresco pero poco "nutritivo" artísticamente. Se convierten en éxitos gracias a que el Mercado que los consume no tiene muy altos estándares de nivel cultural y son fácilmente influenciables por las opiniones de masas.

No es malo querer posicionar un Hit en el número 1, pero actualmente esto requiere de mucho conocimiento del sector al que va enfocado, recursos para sustentarlo en promoción y publicidad, o en su caso, deben cumplir con un elemento de "gancho" hacia momentos económicos, políticos, sociales y de identidad que ayuden a su posicionamiento.

Cualquier otro concepto que contenga elementos estéticos, artísticos y específicos de consumo superiores, no debe considerar siquiera pelear un espacio del Mercado, porque de entrada, son consumidores con requerimientos superiores que inclusive no concuerdan con los artistas de un solo éxito.

Es muy atractivo pensar que basta colgar un éxito para vivir de regalías y resolver de un solo tirón el futuro económico, pero de entrada, el negocio de la música ya no se basa en esta premisa. El pago de regalías es fructífero para quienes colgaron sencillos antes de los años 90's. La nueva era musical y el arribo del MP3 desbancó los costos por pagos de regalías.

De ahí que productores como Jay-Z o Trent Reznor han preferido producir varios artistas simultáneamente para tener el control creativo y económico de las regalías en el mercado actual.

Conclusión

Los artistas de un sólo éxito difícilmente replican su potencial y superan el tema musical que les precede. Muchas veces, la falta de pericia en los negocios y tomar la oportunidad del estallido inicial, les hace ceder un porcentaje importante de sus derechos en la negociación, pero deciden sacrificarlo esperando que el público los reconozca como potenciales generadores de éxitos continuos.

Los que superan esa etapa, lo hacen porque se refuerzan artística, legal y organizacionalmente para dar continuidad a ese impulso inicial. Pero una gran mayoría no lo consigue porque confían únicamente en el "talento".

Por eso, es importante contar desde un inicio con un respaldo profesional y legal antes de firmar un contrato para colocar un Hit en los chats nacionales e internacionales.

¿Estás preparado para tener un Hit?

Rafa Mendoza es Director Creativo en Ad Libitum
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miércoles, 4 de enero de 2017

Reputation Management:¿Está incluido en tu estrategia?



Por Rafa Mendoza

Por difícil que parezca, aunque internet ha facilitado muchas actividades del ser humano, ha complicado y extendido a nuevos horizontes los puntos negativos. 

Mantener una presencia en línea de forma constante y visible en estos tiempos, significa todo un reto para las agencias de publicidad, relaciones públicas y Management. Para los proyectos independientes, se complica aún más cuando el control de las redes sociales, recae principalmente en la asistente general y definitivamente se diluye entre los miembros de la banda tradicional o el solista.

Exponerse "virtualmente" es quedar completamente desnudo de argumentos. Una imagen, un video, un sonido, se han convertido prácticamente en alimento de escrutinio social. Ahí nace el concepto de Reputation Management, un área cada vez más observada por el Community Manager.

"Yo soy quien soy"...

Las redes sociales han rebasado el principal objetivo para que han sido creadas. La comunicación activa entre sus miembros, ha generado nuevas formas de establecer simpatías, diferencias, agrupaciones e inclusive tribus urbanas que permanecían aisladas y separadas en tiempos previos al internet.

Actualmente, es posible conocer fechas de eventos aislados, ofrecer plataformas de exposición a nuevos proyectos y facilitar el contacto directo con los fans. Sin embargo, también ha contribuido a delimitar a cada artista, puesto que es más fácil encontrar contradicciones entre su obra y su personalidad.

No es poco común revisar el perfil personal de algunos miembros de bandas, compartiendo determinados memes que resultan incómodos para la audiencia que persiguen.

Aunque cualquiera puede CONTROLAR una red social, no cualquiera puede GESTIONAR una red social. Esta es la primer premisa que muchos artistas, proyectos independientes e inclusive disqueras independientes dejan pasar por alto. La valoración en la calidad de los argumentos presentados por una persona en redes sociales, siempre pesará en la revisión de una entidad interesada en el perfil del artista.

Increíblemente, muchas de ellas siguen el canon mediático tradicional, aquél que dice "no importa como se hable de uno, sino que se hable sobre uno". En nuestro tiempo, esto significa un "suicidio virtual".

Las disqueras independientes, están haciendo mucha más investigación de Reputation Management, midiendo constantemente el impacto positivo de los contenidos para sus artistas. De esta manera, pueden apoyarse en estos argumentos para extender facilidades, negociar mejor las oportunidades y porcentajes con artistas.

¿Porqué me debe importar?

Al incrementar el impacto positivo de los contenidos en redes sociales, estás creando un seguro de reputación digital para tu proyecto. Ningún perfil de redes sociales está exento de fallar en alguna ocasión. Pasa hasta en las empresas con mayor presupuesto para la gestión de redes sociales, como en el reciente caso de la panadería comercial que se equivocó severamente ante el fallecimiento de Carrie Fisher, haciendo mención a los "bizcochos" tan comentados de su personaje en Star Wars.

Aunque puedes escoger perfectamente el contenido que quieres incluir en tus redes sociales, no puedes controlar la reacción y conversación sobre el mismo. Tal vez opines que las redes sociales han sido creadas para hablar abiertamente sobre todo lo que te rodea, pero desafortunadamente, la única manera de crear una reputación positiva es limitando la información que distribuyes en tu perfil.

¿Debe importarme si no me importa lo que opinen de mi?... Tal vez no. Finalmente, la construcción de una reputación es una decisión personal que como individuo tienes derecho a romper. Pero si tienes un proyecto en construcción y desarrollo, no importa cuanto dinero dediques a hacer marketing, posicionamiento, asistencia y presencia en eventos; tu reputación digital está al alcance de todos y va a precederte en cualquier circunstancia.

Conclusión

Las redes sociales se invaden constantemente de información poco fidedigna. Irónicamente, gozan cada vez de una mayor credibilidad, porque la exposición que ofrecen hace debatible cada aspecto de un contenido, diluyéndose entre las decenas, cientos o miles de opiniones que pueden llegar a generar. 

De acuerdo a Nielsen, empresa especializada en estadísticas digitales, el 53 % de los consumidores fieles siguen a su marca y personajes constantemente en redes sociales. De ellos, el 60% escribe constantemente referencias de sus experiencias de compra, asistencia al cliente y calidad de productos o servicios. 

¿Cuántos fans, audiencia o respaldo podrías perder por publicar, compartir un meme, video, opinión o imagen poco apropiado para tu proyecto?... 

Rafa Mendoza es Director Creativo en Ad Libitum 
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lunes, 2 de enero de 2017

¿Ha muerto el negocio de la música?...



Por Rafa Mendoza

¿Pregunta fuerte para iniciar el año?... Antes de comenzar, quiero desear a todos ustedes un creativo y productivo año 2017.  Esta es la clásica pregunta que tiene diversas respuestas desde distintos enfoques. Dicen por ahí que "todo depende del cristal con que se mire"...

La realidad es que no, el negocio de la música no ha muerto.

Y la respuesta es clara basándonos en los resultados ofrecidos en lo económico, en el desarrollo de mejores tecnologías para la grabación, producción de eventos, giras mundiales, servicios de streaming y otros rubros.

Es cierto, existen estudios cerrando en distintos lugares, músicos que abandonan su carrera y cada vez son más los que combinan un empleo fijo para compensar ciertos ingresos. Editoras que están cada vez más limitadas y promotores que se disputan cada vez más la posición de un proyecto. Pero aún así, la industria musical sigue estando activa y aporta una gran parte de los ingresos económicos a nivel global, nacional, regional y local.

¿Entonces, dónde está el dinero?

Si realizamos un análisis integral de la industria, nos daremos cuenta que los principales reclamos emanan dentro del rubro de la participación creativa. Ingenieros, músicos, productores, arreglistas, compositores y un sinfín de personalidades se han estado proclamando sobre la "lenta muerte" de la industria.

Entender el negocio de la música actual, ya no coincide para nada con el criterio generalizado de los últimos 25 años. Es un paradigma difícil de quebrar para el creativo tradicional, que limita su visión e interpretación sobre el negocio de la música a buscar ser escuchado, aceptado, entendido, comprendido y valorado por su música.

¿Tienen los millenials la culpa?... No, simplemente se trata de mercados poco estimulables. No son consumidores perseguibles más que a ciertos niveles. Es impresionante intentar decodificar sus necesidades de consumo tradicional y no encontrar respuesta. Mucho menos se puede interpretar de forma sencilla su forma de interactuar e identificarse con las actividades creativas.

Tampoco es que las disqueras majors, posean el santo grial al respecto. Los mercados de consumo en la música han ido perdiendo valor aceleradamente desde principios de los 80's. Los modelos musicales se replican constantemente en todas las artes, delimitando las oportunidades de mercado y consumo.

"La música no se vende"... Nada más cercano a la razón. Nunca ha sido un objeto de venta viable. Desde que los reyes compartían con sus marqueses a las grandes orquestas sinfónicas (absurdo para genios de la música tener tanta gente reunida), el valor nunca residió en la "calidad" y "apreciación" de la composición musical. 

Siglos más tarde y en medio de una revolución digital, la música posee igual potencial que muchas otros productos primigenios. Un tronco de madera sin trabajar, no incrementa valor hasta que pasa por el proceso de ser diseñado, cortado, retocado, lijado, barnizado, colocado en un catálogo y transportado al aparador de la prestigiosa tienda que lo pone en venta. ¿Es mas caro un librero de pino que nogal?, ¿es sólo la madera el único elemento a evaluar para ponerle precio?, ¿debe ser un diseño único o fabricado en serie para poder resaltar?

Un proyecto musical rentable, debe conseguir desarrollar sus elementos de la misma manera. Contener un origen y un destino, delimitado por la rentabilidad y necesidad de cada mercado. Se puede generar un producto rentable sin miedo a perder credibilidad creativa. Se puede generar un producto que respalde las necesidades de un sector hambriento de conceptos musicales. El artista se desvive por presentar su "nueva propuesta", pero mercado quiere una "experiencia de compra". 

El negocio de la música no ha muerto, ni morirá mientras existan los criterios suficientes para entender que la música, no es la gasolina suficiente que motiva al consumo en cualquiera de sus formas. El consumidor accede a aquello que puede permitirse y arriesga su dinero hasta donde puede arriesgarse. Pero siempre preferirá poner sus monedas en aquello que le satisfaga una necesidad clave.

¿Qué necesidad satisface Paquita La Del Barrio, Lupita D'Alessio, Jenny Rivera?... ¿Qué necesidad satisface Arjona, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés o Bob Dylan?... 

Quien comprende la función que cumplen en el mercado, podrá definir mejor el sello distintivo de cada proyecto, emprendimiento o visión artística que lo acerque a desarrollar su propuesta con mayores oportunidades de acceso al negocio de la música.

Gracias por iniciar conmigo este 2017. A partir de hoy, cada lunes subiré un artículo de opinión en este blog. Envíame tus opiniones en la caja de comentarios y ayúdame a proponer temas de debate para la siguiente semana. Te deseo un año lleno de oportunidades y será un placer crear en esta nueva etapa, las condiciones para un debate más abierto de nuestro entorno del negocio de la música.

Un abrazo fuerte y nos leemos mañana...

Rafa Mendoza es Director Creativo en Ad Libitum
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