martes, 2 de junio de 2015

5 tips para cobrar lo justo en Audio Producción...


 Uno de los problemas más comunes al iniciar un negocio de grabación o producción es saber cuánto se puede cobrar.

El tema de las tarifas ha escalado proporciones bíblicas puesto que se piensa que sólo algunos tienen derecho a cobrar de forma justa por su trabajo.

Recientemente me encontré publicaciones de contratación para editores en Protools donde les piden excelencia de producción y un pago similar al de un cargo de recepcionista. 

De entrada para aquellos que trabajan en esquemas empresariales es difícil negociar el sueldo y su crecimiento. Pero cuando somos dueños de nuestra fuerza de producción, siempre habrá opciones para cobrar los precios justos. 

Una de las fallas comunes es usar los mismos esquemas de cobro para todo.

Aquí 5 tips de como cobrar y bajo que situaciones aplicar estas circunstancias.

1.- Cobrar por proyecto: Es una de las opciones más atractivas para el cliente, pues espera saber cuanto pagará en total por todo el servicio.

Debes considerar el tiempo promedio que llevará realizarlo, las habilidades técnicas y reales de la banda o solista, su ingreso promedio y el número de canciones que se habrán de realizar.

Uno de los errores más comunes es anticipar un costo sin haberlo calculado. El cliente buscará sacarte la cifra en ese mismo momento. Bajo esa presión podrías revelar una cantidad sin considerar otros aspectos.

Enumera los requerimientos del cliente y basado en ello, tómate unas horas para realizar una cotización apropiada. No se trata de poner una cifra en un papel, sino de hacerle saber al cliente que consideras importante hacer en su proyecto para que este florezca. 

Haz llegar esta información y sobre todo aprende a negociar ese costo en base a sus necesidades y requerimientos. Se trata de que ambas partes ganen.

Aplicaciones: Preferentemente bandas de Jazz, Blues, Cantantes solistas de nivel intermedio y alto, Cantautores y Grupos Corales Tradicionales (Estudiantinas, Rondallas y Orquestas típicas), música clásica, de cámara y solistas.

Piénsalo 2 veces si: La banda no tiene mucho entrenamiento musical o las fechas de grabación son muy distanciadas por falta de tiempo en la banda (trabajo, familia, distancia)

2.- Cobrar por canción: Algunos artistas prefieren hacer un recuento de su material y lo ensayan previamente tomando el tiempo que podría llevarles hacerlo. 

Desafortunadamente no hay un esquema que nos indique que tan rápido o lento podría grabar una canción. A veces ocupará 4 horas en grabar todo el material y te dirá en el último momento que si puede grabar una canción extra. Es difícil rechazarlo con todo el equipo montado para seguir grabando.

Pero esta práctica no es muy buena puesto que consume recursos adicionales no contemplados como energía eléctrica extra para mezclar y masterizar.

Te sugiero establecer el precio por canción siempre y cuando el artista acepte un tiempo promedio aproximado por tema. Este tiempo es el necesario que consideras tomará captar una buena toma de una canción. 

También debes evaluar si con las herramientas que posees te será posible acortar o hacer más sencilla la grabación. En promedio 2:30 por canción no es una exageración. Si cobras por hora, basta que hagas un promedio del tiempo para especificar el costo por canción. 

Si las canciones son con varios instrumentistas entonces haz un cálculo base de tiempo por canción.

El cliente pedirá un descuento o una versión más económica, entonces reduce el tiempo de grabación por tema y házlo saber al cliente para que decida.

Aplicaciones: Solistas con pistas, orquestas de cámara, bandas de jazz, cantautores.

Piénsalo 2 veces si: El grupo o artista quiere organizar el tiempo de producción. Es el clásico cliente que te dice que en 30 minutos conectan y pueden empezar a grabar, pensando que eso les hará salir más barata la grabación. Bandas sin ensayo adecuado que al primer tema los guitarristas ya están enojandose con el baterista.

3.- Cobrar por hora: Aunque es la menos usada de forma directa, es el parámetro para establecer cualquier presupuesto. Sin embargo, puede ser menos atractivo bajo ciertos conceptos de trabajo como el musical por la presión que ejerce en el músico. 

Anteriormente en la vieja escuela era la forma común de cobro. Si me lo preguntas, para mí es la mejor manera de hacer trabajar una banda adecuadamente, puesto que llegan al estudio a grabar más que a crear una plataforma creativa que podría ser más costosa. 

Aplicaciones: Proyectos radiofónicos, publicidad de medios, cantantes con pistas y todo aquel proyecto que no requiera de un montaje tan complejo como una banda.  Proyectos musicales de medio y alto presupuesto soportados por disqueras o empresas que puedan manejar el costo.

Piénsalo 2 veces si: Tienes que montar más de 4 micrófonos y setear monitoreo excesivamente. Editar y Post-Producir demasiado. Existe dependencia de otros factores para su realización (locutores en el extranjero, músicos en otro estado o similares

4.- Cobrar en especie: Uno de los cobros más usados en nuestro país como forma de liquidación ante una deuda. Y es que puedes recibir especie siempre y cuando acuerdes desde un inicio el costo que será cubierto, con que será cubierto y que ambas partes estén de acuerdo en el valor que le darán a los objetos o la especie. 

Usarla como solución es una pérdida de dinero, tiempo y retrasa recuperar tu dinero por factores como venta, recolección, subasta y en su caso hasta reparación. El cobro en especie es una consideración que tú debes ofrecer al cliente y no el cliente presionarte a recibirlo.

Aplicaciones: Proyectos que rebasen más de 50 horas promedio, establecimiento de relaciones comerciales y de alianza. 

Piénsalo 2 veces si: Es un equipo que consideras no podrías usar para tu estudio si no consigues venderlo. Si es difícil repararlo o conseguir refacciones. Si es impulsado como parte de la negociación por parte del cliente.

5.- Cobrar combinando todas las anteriores: A veces por ciertas circunstancias siempre podrás elegir ganar más que sólo dinero. Otras opciones podría ser el crédito directo en una grabación, colaborar con alguien de la industria que te interese y entonces podrás flexibilizar tus opciones basado en ello.

Aplicaciones: Todos los proyectos

Piénsalo 2 veces si: Tu estatus financiero no te permite arriesgar demasiado con la negociación y que pueda comprometer tu tiempo de trabajo para realizar otros proyectos.

Conclusión

Cobrar debería ser la parte más sencilla si el cliente conoce tu trabajo y lo respeta. La negociación no significa ceder o perder para ganar. Significa valorar todos los aspectos de forma real y encontrar un pago justo para ambas partes. Todos tus acuerdos de venta deben estar escritos y firmados por tu cliente para que puedas recordarle que eran 50 horas y que las 4 horas adicionales no son gratis cuando son atribuibles al cliente. Siempre negociar con flexibilidad hará mejores negocios para ambos. 

Rafael Mendoza ha negociado proyectos para Ad Libitum
Suscríbete, participa, danos like y g+
blog@adlibitumestudio.com

2 comentarios: