Hace unos días el secretario de Desarrollo Social Heriberto Félix Guerra hizo una declaración que demuestra su falta de capacidad en temas tan diversos a su ramo como es la piratería.
Sugirió que los productos piratas fueran vendidos en las tiendas Diconsa (para los hermanos de latinoamerica, Diconsa son tiendas de corte popular donde se venden principalmente productos de la canasta básica a personas de bajos recursos en México).
Esta declaración pasó desapercibida para muchos, pero su planteamiento tiene 2 vertientes que no apoyan a ninguna causa.
La piratería estaría enfocada a la ropa, calzado y telas. Esto pondria un antecedente de que a la actual administración nada le importa el comercio establecido, que dicho sea de paso, tampoco se interesa en el informal.
Que esta propuesta pudiera hacerse realidad abriría la controversia sobre los productos piratas de nuestro país.
Obviamente la piratería en México es una de las más lucrativas de latinoamérica, pero el hecho de que se integre a programas sociales como alternativa para recabar recursos permitiría abrir el acceso a otros campos como en el audio y el video, libros, procedimientos industriales, entre otros.
Cabe recordar que la piratería no afecta al artista, afecta a la disquera, porque su negocio se basa en la distribución de un producto que cuesta finalmente al autor. El artista independiente se beneficia de la libre distribución o la que el pirata le ofrece porque más gente lo conoce y puede ser solicitado para más eventos.
Si pudiéramos meter los discos piratas a tiendas Diconsa podría contribuír a una distribución natural de material.. el problema es que.... lo más pirateado... es lo más comercial.
Esta propuesta podría cambiar su enfoque si SEDESOL, instaurara un programa de apoyo no sólo económico, sino cultural, distribuyendo a precios accesibles el material no sólo de los grupos comerciales, sino de artistas independientes, propuestas de liberación de ideas en libros, CDs, DVD's o a la modista que siempre reconocemos su talento.
Para la industria, es descabellado, para la cultura es una buena forma, recordemos que hace algunos años estas tiendas distribuían material cultural hasta de Oscar Chávez a precios accesibles y hasta producían discos para su venta.
La idea no es mala.. solo que le falta enfoque.
Si te gusta la idea podrías dejarnos tu comentario porque se podría hacer un frente común para solicitar este aspecto. No buscamos que Diconsa deje de distribuir leche y se convierta en una librería Gandhi... pero bien podría aprovechar sus tiendas para distribuir cultura como lo hacía antes.
Un saludo y seguimos Bloggeando.
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