jueves, 17 de septiembre de 2015

Música por Streaming: ¿La ruta equivocada del Music Bussines?



Nielsen, la empresa encargada de realizar consultas especializadas en el Music Bussines, reveló algunos datos clave sobre consumo musical en Estados Unidos.

El estudio denominado "Music Bussines 360 2015" ofrece datos a considerar en relación a las ventajas y oportunidades dentro del canal de distribución por streaming.

El objetivo principal de este estudio, era analizar cómo se engancha y accede el consumidor promedio en USA sobre los servicios de Streaming disponibles.

Los datos podrían hacernos llegar a dos conclusiones básicas.:

1.- Que los servicios de streaming no son tan accesibles como parecen
2.- O que el enfoque de la industria está mal aplicado


Los datos duros...

La encuesta fue realizada dentro del mercado norteamericano, sin embargo, los hábitos de consumo en México son muy similares desde hace décadas. Hemos visto un repunte importante los últimos años con la llegada de grandes cadenas de tiendas y comida rápida. 

Recientemente, la llegada de Amazon al mercado mexicano, indica que estamos ante las condiciones ideales donde modelos de negocio extranjeros pueden generarse en México.

Aquí la gráfica revelada por Nielsen:



De acuerdo al estudio, el 78% de la población dice escuchar música online.

8 de cada 10 resuelven esta forma de acercamiento por el costo y facilidad de uso.

7 de cada 10, les atrae principalmente la cantidad de contenidos.

Cuando se les preguntó sobre las razones por las que no se suscribirían a un servicio de streaming, el 46% dijo que era demasiado caro, el 42% aceptó que podía usar servicios y descargas gratuitos y finalmente el 38% afirmó que no utilizaría el servicio de forma contínua.

La pregunta más significativa pone en aprietos al sector... ¿Le gustaría pagar por un servicio de streaming dentro de los siguientes 6 meses?... El 9% indicó que lo haría, el 13% que podría ser y el 78 % restante dijo que era una posibilidad muy remota.

El atasco de la industria

La reciente guerra del streaming ha creado debates sobre los nichos y niveles de mercado que debe abarcar este servicio. Se ha propuesto inclusive que servicios como Tidal, estarían enfocados a la élite de consumidores, dejando la impresión que todo servicio de 9.99 dólares, sería un estándar aplicable.

Sin embargo, cuando se le pregunta a la gente cuál es el precio preferible, se pronuncian por un costo de entre 3.99 y 4.99 dólares por un servicio mensual.

Desde la llegada de Napster, la generación actual de consumidores promedio entiende que la música tiene muy poco o casi nada de valor, gracias a la práctica común de descargar gratuitamente.

Sin embargo, decir que la población en general no puede pagar más de eso, también es un enfoque erróneo que ha cometido la industria.

Un ejemplo claro de ello es Starbucks. Los índices de venta de esta compañía hacen posible que un café promedio cueste en promedio de  6 a 8 dólares por consumo. Existen clientes que repiten 2 o 3 veces al día. ¿Cómo es esto posible cuando una canción por suscripción en promedio puede costar centavos?


Conclusión

Durante el lanzamiento de Apple Music, Taylor Swift pedía un pago justo para los músicos a través de los servicios de streaming. 

Pero las políticas de todos estos servicios se integran enfocados en un precio estandarizado bajo el argumento de proveerlo así, en beneficio del consumidor.

El gran problema radica en que el mismo consumidor, no está interesado en pagar por el servicio, como indica la estadística.

Si los servicios de streaming no incrementan su tasa de conversión y sostenimiento de servicio por parte del cliente, estaríamos ante la posibilidad de un error grave en el modelo de distribución.

Aunque Apple Music ha intentado compensar el costo, agregando servicios como la radio y Connect, cambiar el modo de pensar en un consumidor no es algo tan sencillo.

La cantidad de riesgo para este sistema de distribución es alto y tal vez por ello, los márgenes de regalías son tan bajos en estos servicios. Parece justo desde esta perspectiva, sin embargo, al mismo tiempo pone en desventaja al músico, pues sus márgenes de rentabilidad no están garantizados.

Habrá que ver como gira la industria los próximos años, puesto que el vinil presenta un repunte y la tendencia a crecer los mercados del merchandising alrededor del artista parecen más viables.

No hemos visto todavía la consolidación de los servicios streaming...

Rafa Mendoza escucha música por streaming
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