martes, 24 de septiembre de 2013

Locutores de Zoológico o Profesionistas equivocados



Por la mañana en Radio Mil, sin querer escuché la realización de un concurso mientras esperaba atención en una oficina burócrata.

El susodicho concurso reveló la identidad de los concursantes, que para ganarse un viaje a Acapulco (ignoro si a zona de desastre o la playa), debían combinar las marcas patrocinadoras en la letra de temas como "Mátalas", "Se me olvidó otra vez" y rancheras por el estilo.

Un taquero, un estudiante de física, una candidata a ser escritora que no pudo mencionar al hilo tres escritores mexicanos contemporáneos, un ama de casa y finalmente, la persona que motivó a escribir esta entrada el día de hoy.

Zoológicos radiofónicos....

En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, como en todos lados, los maestros buscan sembrar en el alumno las bases y los fundamentos de su carrera para que tengan el criterio suficiente como para evitar caer en el exceso que la radio vive en estos momentos.

Ponerse apodos como "el castor", "la comadreja", "el panda", "la lagartija", "la garra", ya es de entrada una crónica anunciada para la receta clásica de la radio actual.

Pero no podemos culparles, puesto que obedecen a un segmento popular que tiene un mercado concentrado para productos específicos fanáticos de la vanalidad y que prefieren evadirse de su realidad escuchando las interesantísimas historias de tan afamados "animales".

Sin embargo, se crea a la par, un círculo vicioso con respecto a que esta forma de hacer radio sirve para mantener la audiencia que compran los clientes de publicidad.

¿Estudias para locutor?

Continuando con el relato, cuando el locutor pregunta al susodicho a que se dedica, nuestro personaje revela estudiar Licenciatura en Comunicación en C.U... El locutor, ofrece su ignorancia abiertamente al preguntarle ¿Que quieres ser entonces... locutor.... productor... reportero?.

Si el locutor conociera su trabajo adecuadamente (me queda claro que es una persona que ha improvisado su forma de vida y con poca preparación), no haría pregunta semejante, puesto que el Licenciado en Comunicación participa de la selección de contenidos para el medio, analiza los procesos de comunicación para estimular su desarrollo y promueve la apertura de expresión fundamentada.

Algunos por supuesto se ven inmersos en este medio como locutores y productores, pero no es la razón de sus estudios.

La pregunta correcta o el sentido en que debió dirigirlo sería ¿Que tipo de propuestas piensas realizar en los medios como la radio, si tu especialidad es producción de medios?...

Porque para quien desconozca las especialidades de comunicación, existen periodismo (escrito), Producción en Medios (desarrollo de contenidos y estrategias de comunicación en radio, televisión, redes sociales, etc), Comunicación organizacional (Comunicación interna en empresas, dependencias de gobierno), Publicidad (estrategias y análisis de la percepción publicitaria) y Mercadotecnia (Estrategias y análisis de proyección de productos, servicios o en su caso propaganda).

Estudio comunicación y quiero ser locutor...

Este estudiante de comunicación, es el reflejo de una realidad que afecta no sólo a la UNAM, sino a todas las universidades.

De acuerdo a su formación, el "comunicólogo en proceso", debió haber corregido al locutor recordándole que dicha licenciatura aplica el término como uno de los elementos radiofónicos en la producción, al igual que el "conductor" en televisión.

Sin embargo, tropieza y festeja la pregunta diciendo que quiere ser un gran locutor y trabajar en la televisión y radio.

LLámenme aguafiestas, pero que desperdicio de lugar está haciendo este muchacho en C.U. Se nota que se la pasa pegado a Facebook o de pachanga en pachanga, puesto que no le cayó el veinte de lo que está estudiando y para lo que se está preparando.

Conclusión

Triste realidad embarga mi pensamiento ante la visión de compañeros, alumnos y maestros que dan clases en foros tan importantes como la UNAM y otras universidades. No generalizo, pero una buena parte está en la misma circunstancia.

Triste porque viven inmersos en la fantasía mediática y aunque leen para separar el encanto de la realidad, sus mentes y corazones se mantienen en la mira del monstruo devora cerebros.

Ser locutor no es malo, ni trágico... Malo es estudiar comunicación para querer ser locutor y trágico es que muchos abandonan la carrera a la mitad o no llegan a titularse, porque una oportunidad de trabajo mal pagado, en desvelos y sufrido, les parece la gloria para alcanzar "un sueño".

Si vas a estudiar Comunicación, entiende por favor, producción es una cuestión aparte, que no hace nada si no tiene un objetivo. Ese objetivo, lo provee el Comunicólogo.

Es penoso que gente sin preparación conozca la fórmula de "nómbrate como animal, habla como carretonero y triunfa con la gente ignorante", sea quien toma las decisiones "creativas" de un espacio en radio y tv.

El internet ya tiene sus propios demonios "werevertomorro", "hola soy Germán", "desde el sillón de no sé quien"... El medio libre ya está poseído.

Nada en este país es como debiera, dudo mucho que lo sea en otros lados. Pero esta carencia educativa y falta de criterio intra-personal, es la que mantiene a la industria mediática en manos de unos cuantos, conciencia de unos pocos y adormecimiento de millones en este país.

Espero sus comentarios...

Rafael Mendoza produce, edita, escribe y se mantiene despierto en Ad Libitum Estudio. 
Por las noches estudia Licenciatura en Comunicación por sistema a distancia en la UNAM.

blog@adlibitumestudio.com

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