lunes, 24 de agosto de 2015

10 estrategias clave para mejorar los graves en la mezcla...



Uno de los problemas más comunes al mezclar es el control adecuado de los graves en una mezcla. Sea en vivo o en estudio, existen puntos básicos al considerar en la mezcla que pueden ayudarnos a mejorar este aspecto.

Antes de pasar a los 10 puntos, debo agregar que existen 3 elementos importantes a considerar en la mezcla de graves.

Para tener una mejor percepción de graves, un buen cuarto de monitoreo o sala son fundamentales. También hay herramientas clave como el compresor, el ecualizador y compresores multibanda. Por último y no menos importante, el arreglo musical entre los instrumentos de rango grave es crítico en estas situaciones.

Aunque algunas como el tipo de cuarto y equipo de monitoreo pueden ser críticas, el arreglo musical es la parte más controlable posible. Así que revisar el material previamente ayudará a simplificar enormemente el proceso de mezcla.

Iniciamos los 10 puntos claves para librar la batalla de los graves..

1.- Sonidos correctos para tracks correctos: Uno de los mayores problemas con bandas de rock, es el constante requerimiento y cambio de sonido general a partir de un sólo instrumento. Las baterías tienen un sonido limitado y homogeneizar el sonido del álbum es una práctica común. Elegir el bajo correcto y bombo adecuados para cada tema implica en algunos casos realizar técnicas de drum replacement y procesamiento con sintetizadores. Elegirlos en pre-producción es la clave.

2.- Las notas correctas para el instrumento correcto: La eterna batalla entre bajo y bombo pueden ser frustrantes durante la mezcla. En arreglos orquestales, las partes de contrabajo, cello y viola deben estar bien equilibrados para conseguir su propósito estético y técnico. En arreglos corales, los bajos y contraltos deben darse el espacio adecuado o cambiar su estética rítmica ayuda a colocarlos mejor en la mezcla. Las guitarras también pueden colaborar a ensuciar el rango del bajo. Elegir las notas adecuadas en presencia del bajo permite hacer más limpia la mezcla en los medios graves.

3.- Comprimir y limitar los instrumentos graves: Sin compresión, la interacción de la base rítmica queda floja en ciertos géneros. Algunas veces, se aplica una técnica de Daysi Chain entre bajo y bombo para conseguir cierto acompañamiento. Aquí la clave es no temer a que la compresión rompa la intensidad de la base rítmica. Puedes llevarte grandes sorpresas.

4.- Medios graves para aclarar, más que intensidad en los graves: Cuando los graves parecen desaparecer o se tornan un poco opacos, tendemos a subir volumen a los instrumentos. Lo mejor es retocar la zona de los 800hz a 2000 khz en el bajo y de 2 a 5 khz en el bombo. Si uno requiere demasiado realce (8 a 10 dB), entonces prueba bajando un poco el nivel de graves y compensa con un poco de volumen general sin retoque.

5.- ¿Adelgazar el bajo o el bombo?: La respuesta es simple... depende. Si tu género es totalmente rock, en lo personal creo que filtrar un poco los graves del bajo a partir de 100 o 120 puede ayudar. Si el bajo tiene efecto, entonces habrá que tomar en cuenta la profundidad que queremos en el bombo. Para géneros como el jazz, el bombo es un poco más sensible entre los 80 y 90 hz. También depende mucho del "toque" que aplique el baterista. Algunas percusiones como la conga grave o el timbal se benefician de un corte en los 100 hz, sobre todo si están acompañados de una batería. También atenuar entre 300 y 400 hz pueden volver al tambor más claro.

6.- Caminar en el cuarto al mezclar: Recuerda que las frecuencias graves requieren una distancia más amplia para reproducirse, por ello, permanecer sentado monitoreando te da una idea cercana. Usar audífonos te puede ayudar a generar claridad, pero no profundidad. Si estás sonorizando, intenta escuchar a una distancia prudente del P.A. Normalmente a la mitad del salón es un buen punto de arranque. Recuerda que la mezcla en sonorización es general. No hagas mucho caso del público presente que se ha sentado al final de salón y que se acerca cada 20 minutos a querer controlar tu mezcla. Su percepción está totalmente basada en su ubicación.

7.- Utiliza música de referencia: Puedes comprender mejor como estás escuchando el cuarto si llevas música de referencia. Preferentemente archivos de alta calidad sin compresión, pues el MP3 elimina subharmónicos clave. En sonorización, aparte de calibrar tu equipo con ruido rosa y blanco, prueba el rango adecuado de tus monitores y no esperes tener un excelente sonido si tu empleador no ofrece suficientes herramientas de control y compresión. Música de acuerdo al género puede servir, sin embargo, cada entorno se comporta diferente. La meta en sonorización es control de mezcla como prioridad. La parte creativa es la cereza del pastel.

8.- Escucha tu mezcla en diversos dispositivos: No mezcles graves para un aparato específico. La clave de compatibilidad en mezcla, es interpretar mejor que rangos de reproducción son más comunes en el género que estás mezclando. Por ejemplo, el mariachi tradicional no pedirá gran cantidad de graves. Sin embargo, la balada acompañada de mariachi como Alejandro Fernández, tenderá a tener un sonido más producido orientado a la balada. ¿Que tipo de equipos y usuarios escuchan este disco?
Y no hagas caras cuando tu cliente te dice que escuchó pocos graves en su celular chino con audífonos de 20 pesos.

9.- Elige un tema de referencia para cada tema que mezcles: Cuando hayas mezclado todo, compara tus tracks con los temas de referencia para obtener una mejor apreciación de tu objetivo. Encontrarás diferencias enormes, pero también aciertos en espectros diferentes. Anota aquello que te haya parecido que debe cambiar y sus posibles ajustes. Antes de hacer un ajuste profundo, guarda tu mezcla con un nombre secuencial. Por ejemplo "Días solitarios 2da mix vs referencia". De esta forma siempre podrás volver a la mezcla base.

10.- La compresión multibanda no es la solución para todo: Los compresores multibanda deben ser utilizados de forma discreta, pues modifican significativamente las dinámicas de la mezcla. Utilizarlas con criterio minimalista es una mejor forma de aprovecharlos. No todos los géneros se benefician de la compresión multibanda. Algunos géneros asientan mejor con compresión básica.

Conclusión

La batalla de los graves ha tenido un repunte los últimos años, paralela a la Loudness War. Caer en este gancho es muy sencillo. Quedar atrapado entre los 60 y 350 hz intensifica la necesidad de compensar agudos en tu mezcla. Otro elemento clave es que te des el tiempo suficiente y necesario para controlar tu mezcla de graves. No importa que dediques unas 5 o 6 horas en ello, el resto de la mezcla se simplificará si tienes este cuidado básico. En sonorización dependerás sobre todo de tu monitoreo y condiciones acústicas. Los graves son amigos que debes controlar para que no devoren la mezcla. Si tienes algún tip, compártelo para discutirlo.

Rafael Mendoza produce para Ad Libitum
Suscríbete, participa, danos like y g+
blog@adlibitumestudio.com

0 comentarios:

Publicar un comentario