jueves, 4 de julio de 2013

Los 10 errores más comunes del ingeniero en audio


Los 10 errores más comunes del Ingeniero en Audio


En esta empresa diaria de torcer sonidos, siempre buscamos la perfección en nuestros procesos y formas de trabajo. Sin embargo, hay errores comunes que se cometen constantemente.
Desafortunadamente algunos son corregibles y otros se quedan como mañas para siempre.

Es todavía más difícil cuando permitimos situaciones que son ajenas a nosotros, permitiendo no solamente una falla, sino la denigración de nuestro conocimiento.

Aquí los 10 errores más comunes del Ingeniero en Audio

1.- Lo arreglo en la mezcla: En estos tiempos, con tal de captar clientes o mantenerlos contentos, siempre permitimos dejar este trabajo para cuando el cliente no está. Tal vez nos quitamos al cliente un rato de encima, pero nos hace trabajar tiempo extra que nadie nos paga.

2.-Asumir conocimientos de producción: Casi nunca existe gente que conozca nuestro trabajo. Agencias de publicidad, encargados de marketing y hasta maestros de escuelas, desconocen por completo que producir un minuto de audio puede implicar semanas. No aceptes un trabajo que sabes nadie comprenderá su elaboración.

3.- Grabar y mezclar el mismo día:  Creemos que optimizar el tiempo significa torturarnos. Esta actitud de querer hacerlo todo en un sólo día, obedece a presión muchas veces de los tiempos de estudio y presupuesto. Pero en el proceso agregamos componentes para desarrollar ansiedad, neurosis y hasta desesperación. El error no es grabar y mezclar el mismo día, el error es permitirnos esta mala práctica.

4.- No querer saber de música: El oído no lo es todo, ni tampoco ayuda a comprender las necesidades de nuestros clientes, a cualquier nivel. Rechazar saber música es como querer ser sacerdote y no leer la biblia. Los conceptos de por sí no son homogéneos como para que queden todavía libres interpretación. Deja de ser un analfabeto musical.

5.- No tocar un instrumento musical: No importa si es la flauta, la guitarra o el bongó. Sensibilizarte con el medio va a implicar que conozcas estar del otro lado y no nada más sentarse a picar botones. Aprende un instrumento o a cantar, para que conozcas la dificultad que esto amerita.

6.- No hablar y grabarse al micrófono: Es un miedo nato saber quienes somos y vernos reflejados en una grabación es la manera perfecta de desconocernos. Grabarte implica tu aceptación ante tus capacidades reales. Ponerte del otro lado del cristal puede ser muy revelador.

7.- Mostrarte por entero a tus clientes: Salir a tomar o parrandear con clientes es una cosa. No puedes permitirte respeto a tí y a tu trabajo cuando permites que alguien rebase de forma directa tus límites como profesional. Tomar la copa está bien, pero embrutecerte y que te conozcan por lo fiestero no es una opción. Es lo único que recordarán de ti.

8.- Comparación y desprecio: Siempre hechamos flores a quien nos ilustra y desprecio a quien nos critica. La comparación en este medio es el pan nuestro. Cuando aceptas este trabajo sabes que la crítica puede ser buena o mala. Tampoco es que a todos les guste lo que haces, porque depende de muchas variables. No pierdas el tiempo comparando, mejor pièrdelo puliendo tu arte.

9.- Dependencia tecnológica: Conozco excelentes ingenieros que por no tener un plugin instalado, hacen el drama de su vida. Que no tienen la última versión del sistema operativo que hay y ya quieren que se les cambie la máquina. Si bien es cierto que uno conoce las herramientas, tampoco significa que con lo que haya no se puede trabajar. Simplemente termina la labor encomendada y basado en el resultado, comenta a tu empleador las recomendaciones y observaciones sobre tiempo, dinero y creatividad que se limitó por la situación de equipo.

10.- Dependencia emocional: Somos seres humanos. Trabajar bajo presiones de familia, escuela, novia, esposa, hijos, enfermedad, nos efecta todavía más. Ante esta situación, te sugiero moderar y solicitar el desarrollo de proyectos por etapas. La gente con la que tratas también es humana. Si ellos consideran que no pueden esperarte, agradece, entrega lo que tienes hecho y arregla la problemática que tienes. No se puede dejar todo a la suerte. Es una industria creativa y requiere de individuos completos para funcionar. No está mal dejar de ser ingeniero por ser humano de vez en cuando.


Nos vemos mañana para el video.

Rafael Mendoza, es baterista, editor, voz incidental, padre de familia 
y productor en Ad Libitum Estudio

0 comentarios:

Publicar un comentario