martes, 21 de julio de 2015

Los 10 errores más comunes al escribir letras de canciones...



Escribir una letra no es sencillo. Representa una visión particular sobre una situación de la vida. Algunas producen reflexión, otras propician acción y algunas otras simplemente son trabalenguas para el cerebro común.

Sea cual sea la meta de una letra, existen reglas básicas para mejorar su escritura. Muchos artistas han difundido la idea de que cualquier mensaje es válido si vende la canción. 

Una buena melodía puede colocarte en los Charts más altos algunos meses, pero una buena letra puede permanecer viva por décadas.

¿Alguien cuestionaría la profundidad en "Si nos dejan" de José Alfredo Jiménez, la simplicidad musical en Imagine de John Lennon o la intensidad de la "Llorona"?

Si quieres escribir mejores letras, toma en cuenta los 10 errores más comunes al escribir letras de canciones. Estoy hablando de temas que consideramos como producto con enfoque de Music Business comercial, haciendo a un lado las expresiones culturales populares en donde se preserva la visión natural.

1.- Letras que usan palabras demasiado ocupadas en otros temas: Extremadamente común en la música comercial actual. La frase "Te amo más que a mi vida"..."Eres el aire que respiro"... "No podría vivir sin tí", funcionan como excelentes ganchos a una canción. Aunque podrían evocar un sentimiento, reflejan una pobreza de lenguaje tanto para quien lo escribe, como para quien lo escucha. Bella música ha sido devaluada por la pobreza de contenido en su letra. Tu eres lo que cantas.

2.- Coherencia de temas con el cantante: Un niño de 14 años hablando de amor verdadero es tan creíble como escuchar a Juan Gabriel cantar sobre democracia. La relación directa entre el tema de la canción y su intérprete es la clave para perseguir el efecto deseado. Es una lástima que temas como "Te quedó grande la yegua" tenga más atino en este sentido que artistas prometedores.

3.- Temas demasiado personales: Si hablas de aquel bonito rincón donde te has sentado a llorar la pérdida de un amor, bajo el árbol de eucalipto que pintaste de azul cuando niño, tal vez no conectes con nadie.  No es que sean malos temas, pero si quieres que sean mejor acogidos, entonces sácalo a un lugar más obvio o usa referencias más concretas. Un ejemplo es la frase de Amor eterno de Juan Gabriel "el más triste recuerdo de Acapulco".... ¿Qué hubiera pasado si dijera "el más triste recuerdo de Saint Tropez?

4.- Ubicar el gancho en el lugar correcto: Hay canciones que tienen un nombre específico y nunca mencionan la frase, ni siquiera hablado. La gente espera encontrar la frase que le da sentido al tema en algún punto. Parece básico, pero créanme que ocurre más de la cuenta. Si el tema se llama "Guardián personal", asegúrate que está situada en el lugar correcto para que no te confundan con un perro de ataque o peor aún, con un judicial o policía de zona.

5.- La ubicación temporal se mueve demasiado: Hay temas que van y vienen del presente al pasado, dan dos vueltas al futuro y regresan a un tiempo en una dimensión paralela. Si cuentas una historia está bien agregar sorpresa, pero asegúrate de utilizar un elemento guía que sea tangible. Si estás en presente, habla del futuro. Si estás en el pasado, pasa al presente. Puede ser a la inversa pero no abuses de esa línea demasiado

6.- Redundar en el uso de la persona: No hay más pobreza de lectura y escritura en letras que agregar frases como "Tu me dijiste a mí que me amabas"... "Yo le dije a ella que yo la necesitaba"... "Ven a mí que yo te espero"... "Mátenme porque me muero"... Y la lista sigue y sigue... Normalmente ocurren para llenar el fraseo de la melodía y la flojera de pensar en letras más profundas. Son verdaderos trabalenguas mentales disfrazados de filosofía  y significado nulo.

7.- Versos y coros que no encajan en palabras: Está bien salirse en una frase bien justificada para extender la capacidad de la melodía, pero cuando tienes una revoltura aventurera al estilo Arjona (sin fundamentos) entonces estás en serios aprietos. Independientemente del género que escribas, hacer más comprensible y permanente al tema tiene que ver en este ajuste entre lo que escribes y la música que lo acompaña.

8.- Usar la misma palabra o forzar la rima: A veces encontrar palabras que cierren la idea son difíciles de encontrar y hay letristas que usan una palabra previa. Si tienes el cierre, entonces modifica la entrada del tema. Recuerda que la rima tiene múltiples variantes que puedes aprovechar. Si no encaja, prueba desarrollando el tema hacia la nueva idea que resuelva la controversia en la letra. Un ejemplo puede ser "Under Pressure" en la parte intermedia donde baja el tema antes del grito de Freddie Mercury.

9.- Letras forzadas desde el inicio: ¡No todas las letras se pueden convertir en canción! Algunas letras te pueden servir para temas pequeños de paso. Sirven muy bien en discos conceptuales. Si tu letra o idea no puede llegar más allá de algunos párrafos, estás más cerca del "Chuchuwa Wa Wa" o "La Vaca" que algo más profundo. 

10.- La muestra del poco esfuerzo de volver a escribir o revisar una letra hasta su mejor versión: Una vista experimentada en el análisis de letras, puede identificar desde los primeros párrafos las fallas de escritura en un tema. No se puede engañar a este ojo la ausencia de inspiración en textos de poesía, literatura y extensión musical. Es como querer esconder un elefante tras un palillo. Escribir, leer, volver a escribir, inspirarse, volver a escribir, leer y hacerlo tantas veces sea necesario hacen una diferencia enorme.

11.- Uno de pilón... ¡La puntuación!..: Es increíble la cantidad de letras que terminan registradas sin signos de puntuación adecuados. Hasta para leerlos o cantarlos, permiten entender mejor la idea presentada. La herramienta de todo letrista es un diccionario, un libro de reglas de escritura y una taza de café o bebida preferida. Perdona si escribo lo siguiente en mayúsculas, pero quiero que te quede claro. ¡NUNCA CONFÍES EN EL AUTO CORRECTOR!

Conclusión

Muchos letristas inexpertos se centran en la escritura pensando que su mensaje se entiende muy fácil. Claro que todos podemos leer un letretro de "Se Renta" y comprenderlo. Pero en la creación de un concepto musical y construcción de una identidad como artista no te puedes refugiar en la mediocridad del clásico"le entendiste ¿no?"... 

Cuando comprendamos mejor el trabajo del letrista profesional, entonces podremos reconocer a los artistas bien intencionados de aquellos que bajo oportunismo presentan un concepto. En lo personal creo que cualquier género, hasta el Reggaetón que tanto ha sido juzgado, podría ofrecer mejores letras que hablen de su realidad sin salirse del estilo, ofreciendo historias tan interesantes que romperían los esquemas tradicionales.

Como en todo, la práctica hace al maestro.

Rafael Mendoza revisa letras en Ad Libitum
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