jueves, 3 de julio de 2014

10 consideraciones profesionales para el bajista en estudio...




El bajo es uno de los elementos más importantes para el groove de una canción. Junto a la batería, provee la cimentación de la mezcla y con ello el impacto sonoro para cualquier estilo que lo incluya.

Desafortunadamente es muy común para el bajista pasar por alto consideraciones básicas, inclusive minimizandose ante los requerimientos del guitarrista.

Me gustaría comentar aquellos detalles que he notado se pasan comúnmente o que un bajista ignora antes de entrar al estudio.


1.- Afinación: Parece repetitivo, insultante y contrariante, pero la afinación en un bajo es crítica. Normalmente se deja todo al último momento. Programar tu grabación debe incluir una visita al especialista en ajuste para que tu bajo proporcione las notas en su punto. Si grabas seguido, destina una parte de tu ganancia a realizar visitas periódicas al laudero. Es tu instrumento, tu sonido.

2.- Acordes y notas: Muchas veces se piensa que el bajo sólo acompaña, pero puede ser creativo en etapas tempranas del arreglo. Estudiar la pieza ayuda a encontrar zonas adecuadas para su participación activa en el tema. Indispensable aprender música. Revisar acordes sobre todo compuestos. No es lo mismo y nunca será Am7 que Am.

3.- Técnica y elección de sonidos: La técnica es fundamental para un instrumento tan importante como el bajo. Elegir la plumilla adecuada, la técnica de dedos y la posición al tocar cerca de los trastes, las pastillas o el puente ayuda a agregar matices y texturas al tema. Revísalo con tiempo en el arreglo. Anotar todo es importante. Lleva tus notas en limpio al estudio.

4.- Tipo de maderas: La construcción del bajo es fundamental para su sonido principal. Elegir el adecuado para grabar va más allá de presumir un bajo de 5 cuerdas que nunca has tocado. Las maderas ligeras tienen un sonido brillante y con ataque. Las pesadas tienen un sonido más oscuro y compacto

5.- Elección de pastillas: No siempre es posible cambiar las pastillas a último momento, sin embargo si puedes elegir aquellas que te ayuden a tener una mejor definición. En vivo, parte del sonido completo del bajo es el que aporta el amplificador. En estudio lo provee el pre-amplificador. Un bajo definido en esta etapa es lo deseable.

6.- Cuerdas: La eterna pregunta. Son más a gusto del bajista por comodidad, interpretación, estilo y género. Lo que si debe preocuparte es que sean lo más nuevas posible. Unos 10 días de asentamiento las pondrán a punto y te servirá practicar con ellas para encontrar detalles en las pastillas o amplificador.

7.- Cable: Muchos bajistas se atienen a que el estudio proveerá el mejor cable disponible, pero es tu obligación buscar las mejores arterias para tu sonido. Revisa recomendaciones de bajistas reconocidos sobre sus elecciones. Habrá cables demasiado caros pero vale la pena la inversión, pues puedes usarlos para tu práctica personal.

8.- Pedales y periféricos: Todo aquello que añada color a tu interpretación más allá del amplificador debe ser revisado con prioridad. Conectores limpios y en buen estado, cableado indispensable, presets elegidos y registrados por tema, partes mecánicas del pedal y apertura para realizar modificaciones. Estás tocando para la banda y el disco.

9.- Amplificador y EQ: Nuevamente queda a criterio del bajista en conjunto del director musical. Sea de válvula o transistor, el amplificador debe ser de la mejor calidad posible.

10.- Gabinete: Las medidas más comunes son 1×12", 4×10", 1×15".  Llevar un gabinete pesado puede ser una opción si se graba en un cuarto bien diseñado. Si estás haciendo un proyecto más pequeño, lleva un gabinete más pequeño. Preferible un sonido compacto y definido que un sonido disperso y con demasiadas cancelaciones. Probar en diferentes espacios del estudio para obtener lo que deseas. No olvides grabar directo el bajo a través de una caja por si todo lo anterior llega a fallar.

Conclusión

Muchas veces el sonido del bajo resulta frustrante al terminarse de mezclar, porque se considera que el ingeniero no hizo un buen trabajo. Su parte es elegir los micrófonos adecuados, posicionamiento, preamplificación, monitoreo y sonido directo. Hasta aquí es una cantidad considerable de trabajo. El resto lo pones tú como bajista. En audio producción musical hay un refrán que debería ser ley... Ayúdate que yo te ayudaré.


Rafael Mendoza graba bajo en Ad Libitum
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