martes, 15 de julio de 2014

Brasil 2014: Ceremonias incompletas




Terminó la copa Brasil 2014 donde hubo de todo. Estadios sin terminar, puentes que colapsaron y la seguridad excesiva como una constante en este tipo de eventos.

Desde un inicio, los eventos artísticos se vieron afectados por varias causas. Acostumbrados a ceremonias de inauguración cada vez más complejas, la de Brasil se vió reducida a una idea creativa básica, lo mismo que su clausura.

Todo cuesta...

La falta de una correcta planeación en el presupuesto, puso contra la pared a los organizadores de las ceremonias. Poner los estadios a punto requiere de todos los recursos posibles, negociaciones interminable y hasta endeudamiento a largo plazo. Precisamente son estas políticas las que hicieron mella en la imagen de la presidenta brasileña.

El accidente en el Estadio Arena Corinthians en Sao Paulo, obligaría a tomar decisiones financieras de último minuto.

Esto implicaría recortar recursos en áreas menos visibles del Mundial.


Arte a cambio de presupuesto

Siguiendo las políticas públicas con respecto al arte, la imaginación seguramente sería la respuesta a los altos costos de vestuario, escenografía y número de participantes. Es preferible terminar un estadio colapsado a cancelarlo como sede, pues los costos implicados serían pérdidas a mediano y largo plazo, sin contar compromisos publicitarios con empresas transnacionales, además de una recalendarización a corto plazo que implicaría mover infraestructura adicional a otros estadios.

En las ceremonias pudimos percibir esta carencia económica y resolverla con niños bailarines, jóvenes que no seguían adecuadamente las coreografías, una mascota (insuficiente para el tamaño de la cancha). El anuncio dos días antes de la cancelación por parte de Jeniffer López en la ceremonia prendió los focos rojos. La cantante apareció pero habrá que decir que no fue su mejor interpretación y se vio claramente opacada por la intérprete oficial brasileña. Seguramente esta decisión tuvo un impacto en sus ventas en el mercado brasileño.

Clausura y cierre obligado.

La ceremonia de clausura incorporó  a Shakira y Santana en un escenario pequeño, rodeado por artistas locales y se notó demasiado la inclusión de último momento de estos personajes. Pasar la ceremonia de apertura daba tiempo a negociar nombres mas comunes al público general. El sonido no fue de lo mejor y lo que empieza mal, mal acaba.

La molestia de Santana en el sistema de monitoreo fue notoria así como el "regalo" de Shakira por sacar a su bebé primogénito frente a cámaras, ya era un acto forzado.

La decisión de realizar la ceremonia una hora antes del partido final, me parece que obedece a que se utilizó a la misma gente de organización para mover toda la infraestructura, cuando siempre existe un equipo independiente para esta tarea. Los retrasos hasta en la ceremonia de premiación fueron notorios e incómodos sobre todo para el sub-campeón.

Conclusión

El resultado en cuanto a espectáculo deportivo valió la pena para los millones de fanáticos que deseaban ver un mundial sudamericano. Pero desde el punto de vista cultural y de identidad se quedó totalmente atrás. Las decisiones de presupuesto fueron claras, el costo político pesó demasiado sobre el comité organizador. Un mundial sufrido que no terminó el domingo, puesto que ahora habrá que pagar los favores solicitados para sacarlo adelante.

Rafael Mendoza observo el mundial en Ad Libitum
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