Escapar a las presiones en audio producción a veces requiere que pongas tu "Ki" alejado de todo equipo graduado en decibeles.Aún las personas más pacientes y creativas, son capaces de perder la cordura bajo ciertas circunstancias, debido a que hay momentos en que las cosas se complican en una interminable fila de acontecimientos.
El diálogo es la principal fuente de soporte para un proyecto independientemente de la etapa en que se encuentre. Muchas veces tendremos que rescatar heróicamente algún proyecto y lo mejor será tener la paciencia de Job para atender algunas situaciones.
A continuación te propongo alejarte de 5 proyectos clásicos que podrían llevarte a ser homicida en primer grado.
1.- El cliente urgente: Hay clientes que les urge todo por una simple y sencilla razón. Sus esquemas de trabajo son tan ajustados que la planeación hecha para todo el año, nunca contempló un 15 o 20% más de tiempo necesario para completarlo. Cuando tomamos un trabajo así, nosotros nos involucramos en ese proceso de igual manera. Si tienes paciencia acèptalo y prepárate a no dormir bien varios días. Si lo logras, no esperes una mejor paga. La decisión es tuya.
2.- El proyecto herido de muerte: Estos son los clásicos proyectos donde 10 personas estaban al tanto del mismo y después de 15 días de desgaste emocional sólo uno o dos lo consideran todavía importante. Algunos simplemente requieren un buen funeral. Todo proyecto lo merece. Si te gusta tratar con la muerte, estos proyectos te brindarán aprendizajes importantes. Si deseas ser feliz, retírate y no escuches sus últimos lamentos.
3.- Productos amateur con altos presupuestos: Muy pocos productos entienden que un presupuesto alto no es garantía de excelencia. El contenido debe ir acorde a la producción. Hay proyectos que exigirán un nivel exagerado de profundidad y calidad, cuando las letras son bastante malas o la instrumentación no encaja por ningún lado, buscando ser una base comercial. Detectar estos proyectos te permitirá dedicarles el tiempo necesario. Suena bien tener una banda por 200 horas para ganar ese dinero. Pero creativamente, a las 70 horas querrás abandonar el barco.
4.- El proyecto con futuro prometedor: Un clásico de clásicos. Un proyecto que te llamó la atención por la línea que ofrece, pero que en sus bases es más genérico que una pastilla del Doctor Simi. Los Ingenieros en Audio somos susceptibles a la alabanza y las causas sociales, pero existen personas que las utilizan para ganar tiempo o favores, que después traducirán por obligaciones para tí. Al final, estos proyectos continúan sin tí, porque habrá otra línea de personas que sentirán simpatía por el proyecto y la cadena sigue marchando de igual forma. Tu te quedarás con la sensación de haber ayudado, pero no querrás repetir la experiencia.
5.- La prueba de amor: No lo tomen por el sentido tradicional. Es aquel proyecto donde la gente te pide hagas algo como prueba para saber si pueden lanzar en conjunto un producto. Es un clásico de las empresas y me duele decirlo, pero proviene principalmente de las áreas de marketing o publicidad que no han hecho sus estudios de mercado adecuadamente. Quieren 20 muestras de un solo concepto para saber si "es lo que están buscando". Esperan que resuelvas creativamente algo que su equipo de desarrollo no ha podido conseguir en varias horas de junta mientras se preocupan si ya es hora de salir. Estas pruebas de amor dejan un vacío profundo, porque te desgastan haciendote pensar que no pudiste darle algo al cliente que le gustara.
Conclusión
A veces nos exponemos directamente a este tipo de circunstancias, porque consideramos que es mejor hacer algo que estar 2 días en el estudio "sin hacer nada". Yo descubrí que en el estudio SIEMPRE hay algo que hacer. Desde verificar que tus micrófonos estén trabajando al 100%, hasta estudiar aquellas funciones de hardware y software que nunca te atreviste a modificar por la carga de trabajo. La decisión de exponerte a estas situaciones dependerá de muchas circunstancias, sobre todo la económica.
Si es así, entonces tómalo como dinero en tu bolsillo que está cayendo y no te involucres de ninguna forma emocionalmente con el proyecto. Elige bien los criterios para desarrollar alguno de estos proyectos antes de aceptarlos y plantéalos. Si crees que van a lastimarte a pesar de ello, mejor toma un buen sillón, dedica una hora a llamar a tus clientes más cercanos, otra hora a estudiar tu equipo o técnica, y cierra el día de una manera positiva.
Recuerda que cuando haces Fade out y apagas la luz, hay una vida diferente que espera regreses a casa tranquilo para compartir algunas horas más.
Rafael Mendoza se relaja por momentos en Ad Libitum.
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