Hace unos días me enteré que Bruce Dickinson, cantante del grupo inglés Iron Maiden, estaba bajo tratamiento preventivo de cáncer en la lengua.
Esto me hizo reflexionar acerca de que pasa cuando los conceptos musicales caducan, pelean, desvanecen y que continúan generando ganancias alrededor del mundo.
Pink Floyd ha comenzado a sentar las bases con su banda tributo australiana y Kiss ha dejado entrever la posibilidad de que Kiss continuara sin Simmons o Stanley en algún momento.
Y entonces vino a mi mente de forma instantánea una fórmula tal vez más rentable dependiendo del mercado al que se dirige.
The Iron Maidens son una banda californiana que ha recibido aplausos de la comunidad metalera y hasta del mismo Steve Harris por su labor.
¿Será este tipo de conceptos la base para mantener viva la franquicia de Iron Maiden?
Primer argumento: Las ganancias.
La banda sustenta a la Compañía Iron Maiden LLP. La compañía Inglesa Musicmetric, ha realizado algunos estudios basados en la marca "Iron Maiden" obteniendo resultados sorprendentes.
4 países sudamericanos concentran la mayor cantidad de seguidores por Twitter de Maiden: Brazil, Venezuela, México y Colombia.
Estos son los 4 países donde se ha intensificado la presencia de la banda en sus últimos tours. Simplemente en México ofreció 3 conciertos en sus recientes giras (Monterrey, Guadalajara y Distrito Federal).
La estrategia de Iron Maiden al usar su propio avión para la gira 666, les permitió visitar más zonas durante la gira que en otras ocasiones. Al tener control absoluto de su medio de transporte, la logística se hizo más flexible, permitiendo incrementar los costos de los boletos, las playeras y el merchandising.
Es difícil calcular a cuanto asciende el costo de la marca Iron Maiden, pero solamente la venta de boletos y taquilla neta para su concierto en Sao Paolo Brazil durante la gira pasada llegó a 2,8 millones de dólares.
Esto habla del poder económico de la banda en un nicho de mercado tan específico.
¿A quién le venden The Iron Maidens?
La imagen de esta banda californiana está basada en marketing hacia el género masculino. Los tops, peinados alaciados con rayos y prendas ajustadas son la base de presentación.
Sus vestuarios imitan la forma de vestir de los miembros originales. Está por demás decir que la figura femenina predomina en la escena.
Son estéticamente lo que llamaríamos, "la novia perfecta del Heavy Metalero". El rango económico que alcanzan estas bandas se ajusta perfectamente a los seguidores de la banda original, lo que garantiza la venta de boletos.
Tradicionalmente ha sido marcada como una banda tributo consistente que ya ha realizado giras en países en los que Iron Maiden ya tiene presencia con anterioridad.
Es un nicho de mercado probado y extendido con el plus de la sensualidad al alcance de un boleto.
Franquicias musicales
Aunque Iron Maiden, específicamente Steve Harris, fundador de la banda, se ha pronunciado a favor de la banda tributo, aún no se ha hecho al parecer una oferta comercial a la banda.
Existen muchos criterios al respecto, el principal, que la banda a pesar de tener 40 años sobre el escenario aún mantiene la energía y vitalidad suficiente para realizar sus propios shows.
Pero todo tiene un límite. La edad y la reciente noticia del tratamiento de Dickinson, podría poner en la mira a The Iron Maidens como una posibilidad rentable.
Para algunos el origen californiano ya tiene sus bemoles, porque el estilo inglés de Maiden se vería alterado por el sonido norteamericano.
Sin embargo, Pink Floyd ha permitido abiertamente que The Australian Pink Floyd Show se denomine como el mejor tributo realizado. El acento ayuda mucho más que en una banda californiana, más habría que analizar si eso afectaría la compra de un boleto para ver a The Iron Maidens a unos metros de distancia.
Conclusión
Las bandas tributo son originalmente semilleros de nuevas propuestas musicales. Hasta ahora se han visto limitados a CD's y giras cortas que alimentan el hambre de fans en pequeños clubes como el Kiss Lounge donde la banda Overdrive ayuda a recrear el ambiente.
Una gira se planea años antes y basados en requerimientos de mercado, por lo que las bandas tributo como The Iron Maidens, ofrecen portabilidad, disponibilidad y atractivo visual a estos lugares tradicionales.
¿Cómo elegir a que banda tributo hacer franquicia o si vale la pena crearla desde cero?... Es una respuesta que hasta ahora pocos se han atrevido a hacer. En México la banda Morsa ha covereado y desarrollado un sentido de tributo a The Beatles. Sin embargo, se mantienen como banda independiente y aunque han tocado en The Cavern, no se mantienen bajo contrato de franquicia.
Bastará que una de las bandas grandes se decida a recorrer este camino para que empecemos a mirar una avalancha de bandas continuidad como franquicia. Aunque The Australian Pink Floyd Show es la forma más representativa ahora, no existe un acuerdo de garantía por parte de la banda, aunque seguramente reciben algún tipo de regalía por uso de nombre y ejecución pública.
Estamos pues ante una disyuntiva por tiempo y economía que ningún dueño de una franquicia explotable como Iron Maiden puede dejar perder.
Rafael Mendoza escucha a Iron Maiden en Ad Libitum
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