martes, 7 de enero de 2014

Ecualizar y no morir en el intento...




La ecualización es uno de los procesamientos más utilizados hoy en día. No se necesita conocer a fondo el audio para utilizarlo y está disponible en la mayoría de los aparatos reproductores.
Sensitivamente, es la más fácil de distinguir y usualmente la peor utilizada por el usuario común.
Muchas veces se convierte en la varita mágica y en otras la trágica. Analicemos las bases y usos comunes de la ecualización para comprender su importancia


Antes de grabar

Instrumento adecuado: La ecualización comienza con la selección de tu instrumento. Una guitarra "palo de aguacate" nunca proveerá el sonido adecuado para una grabación de estilo "flamenco". Si vas a realizar una maqueta es posible que uses alternativas a tu alcance. Si vas a realizar un disco, elige un instrumento adecuado y réntalo.

Micrófono correcto: Elegir el micrófono adecuado permitirá resaltar adecuadamente las propiedades de tu instrumento. No te bases sólo en la respuesta de frecuencia, sino en su patrón polar, mecanismo de transducción (dinámico, condensador o listón), posicionamiento y técnica de microfoneo.

Preamplificador: Los preamplificadores de una mezcladora o externos permitirán agregar un color único a una fuente o micrófono específico. Tal vez la interfase que tienes provee una entrada sonora para grabar, lo que no significa que sea un color adecuado para tu grabación. Los preamplificadores de bulbos permiten ganar calidez antes de quedar registrados.


Durante la grabación

Técnica de microfoneo: Mover los micros no sirve solamente para hacer que una batería parezca una nave espacial de Marte (los bateristas son de Marte). Debes moverlos para encontrar un punto donde el color del instrumento sea más adecuado para el estilo o tipo de música que estás generando. Un violín microfoneado muy cercanamente, resaltará el roce de la cuerda con el arco, lo que arruinaría un solo en un ensamble de cuerdas. Pero si vas a ocuparlo para mezclarlo al estilo "Mago de Oz", un punto intermedio podrá dar mejor resultado.

Fase en múltiples micrófonos: Revisar constantemente la fase en monoaural te va a permitir resaltar esas frecuencias deseables del instrumento. Un desfase va a quitar brillo o profundidad a un instrumento a pesar de ser interpretado con maestría.

Ecualización aplicada: Hay muchos criterios a favor o en contra de grabar un sonido con ecualización aplicada. Para quien ya tiene la experiencia, ecualizar antes de grabar puede aligerar la carga de mezcla y ayuda a obtener el sonido general mientras se produce. Sin embargo, un error podría requerir de ecualización de ajuste y en los peores casos obliga a regrabar el sonido original.

Después de la grabación

Ecualizar creativamente: Si has cuidado todos los aspectos anteriores, seguramente requerirás de poco ajuste durante la etapa de mezcla. Al ecualizar, se considera más apropiado atenuar las frecuencias que estén creando conflicto entre instrumentos. Potenciar las frecuencias se interpreta como la intención de modificar agresivamente el instrumento. Ambas son correctas, siempre y cuando se consiga un equilibrio o establezca un criterio que de homogeneidad al proyecto.

Evitar la ecualización correctiva: Una voz cantada sin emoción, profundidad e intención, requerirá algo más que ecualización para sentir su presencia en un tema. Todo sonido que carezca de elementos básicos, a pesar de aplicarle los mejores equipos y plugins, sonará a un sonido vano procesado. Regrabar será la mejor opción ante este tipo de sonidos y te ahorrará horas de postproducción.

Ecualizar en Masterización: De igual manera, la ecualización en masterización tiene 2 propósitos fundamentales. Primero se ocupa para filtrar los sonidos indeseados en los extremos graves (debajo de 20-35Hz) y agudos (por encima de 19000 Hz). Y segundo para "retocar" algunos problemas de resonancias en los temas. Difícilmente se buscará alterar el sonido general de la mezcla a menos que sea necesario. Otros procesos como la compresión multibanda son mejor recibidos para alterar la ecualización de una mezcla.

Criterio de Análisis: Cuando ecualizas una mezcla y tus controles rebasan más de 1 dB, seguramente hay un problema en la etapa de mezcla. Un ingeniero de masterización capacitado y profesional, retornará la mezcla y señalará los aspectos que considera problemáticos para la masterización. Las frecuencias de 300-500 Hz. normalmente presentan un sonido "fangoso", así como las medias agudas entre 6000 y 8000 Hz por el exceso de brillo. Es mejor regresar a corregir en el mix que en la etapa de mastering.


Conclusión

La ecualización es un proceso delicado y abusado en nuestros días. No podemos tener el control de los miles de dispositivos y la calidad de procesamiento en los famosos "presets" de estéreos, minicomponentes, car audio o ipods y reproductores MP3.

Sin embargo, tenemos la capacidad de recrear una buena mezcla ayudando a diferenciar entre instrumentos en un cuarto de control bien acondicionado.

Un cuarto con un mal tratamiento acústico, se semeja a un vidrio empañado mientras se maneja en una carretera lluviosa. Es importante elegir el cuarto de grabación y mezcla.

Con respecto a los proyectos caseros, bastará cuidar estos aspectos en lo posible, más no podrás esperar que suene profesionalmente principalmente debido a los procesos acústicos que intervienen.

Ecualizar debe ser una actividad creativa, no correctiva....

Rafael Mendoza ecualiza en Ad Libitum
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